En las últimas horas, uno de los cuatro detenidos por el robo de las 200 toneladas de leche en un depósito de Salud Pública, dio detalles sobre el “modus operandi” y reveló el destino de la misma.
En diálogo por Radio Libertad, el Procurador General Jorge Canteros, hizo pública la declaración del hombre en cuestión, que confesó en calidad de “arrepentido colaborador”. Se trata de un empleado de supermercado quien contó cómo se fraccionaba la leche en bolsas de 10 kilos y luego se las rotulaba como “suero en polvo”.
El hombre contó que se trató de un “robo hormiga”, en el que la leche era sacada del depósito, para luego ser llevada a otro lugar donde era fraccionada.
Canteros señaló que con el megaoperativo realizado el viernes pasado, en el que se realizaron 11 allanamientos en simultáneo en Resistencia y Tirol, “se pudo corroborar casi todo lo relatado por el arrepentido”.
La modalidad del robo
Según contó el funcionario judicial, “un sereno confirmó que de lunes a viernes entraban tres vehículos al galpón, dos camionetas utilitarias y un vehículo de mayor porte, una especie de furgón tipo trafic. Una camioneta alumbraba ya que el depósito no tenía luz. Cargaban la leche en el furgón, y luego la llevaban a otro galpón, donde la leche era fraccionada, y las cajas originales eran quemadas”.
Esto se pudo corroborar ya que el arrepentido señaló el lugar donde se quemaban las cajas. Allí “se encontraron cajas quemadas y otras a semi quemar”, indicó.
El circuito
El imputado declaró que la leche era fraccionada y empaquetada como “suero en polvo”. Una parte era vendida a una conocida heladería de Resistencia, y la otra iba a Córdoba, aparentemente para la producción de queso.
El Procurador Canteros, informó que el empresario declaró “como testigo”, y adelantó que su situación puede modificarse, ya que “podría haber una imputación en su contra si se establece que él compraba la leche sabiendo que era ilícita”.
Vale recordar que por el hecho, actualmente hay cuatro detenidos: una mujer -a quien los investigadores consideran como “cabecilla” de la banda – y tres hombres. Los investigadores además, estiman que el 30% de la mercadería robada era comercializada en Resistencia, y el 70% restante en otras provincias.
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