La visita de sus abuelos desde Buenos Aires en abril pasado hizo posible que la nena cumpliera su deseo y recibiera de regalo un pollito.
Sin embargo, a comienzos de mayo, la gallina que recibió el nombre de “Blanquita” por las tres manchas blancas que tiene al costado de su cabeza, desapareció.
Clara comenzó a buscarla por el vecindario pero con el paso de los días el animal no aparecía. Por eso, se le ocurrió la idea de pintarla en un cartel y dejar un teléfono por si alguien la encontraba.
Incluso, el papá de la nena publicó las fotos de los carteles en las redes sociales y la foto se difundió.
Tres días después de haber desaparecido, una vecina les informó que la gallina había sido vista en un terreno.