Pericón Nacional: un baile de inmenso valor histórico para la Argentina

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Llegó otro 25 de mayo lleno de festejos y celebraciones para conmemorar el 112° aniversario de le Revolución de 1810 y, como es costumbre, el clima patrio trae consigo comidas típicas, atuendos célebres y el baile nacional argentino: el pericón.

Desde 2007, el pericón nacional es por ley la danza nacional argentina, pero su historia se remonta muchos años atrás, cuando nuestro país daba los primeros pasos hacia la independencia. El 25 de mayo de 1810, el pericón recién comenzaba a asentarse como uno de los bailes populares.

En un principio, este baile típico de la llanura pampeana apareció como una variante de otro baile tradicional: el Cielito. Pero con el paso de los años, el denominado «baile de cuatro» por el mínimo de parejas requeridas, se consolidó como una danza independiente.

Ya en 1816, el pericón nacional se bailó en todo el país a modo de celebración por la Independencia Argentina, el 9 de julio.

Desde entonces, con pañuelo en mano, bailarines de todo el país le dan vida a este baile popular durante las celebraciones patrias como la Revolución de Mayo y el 9 de Julio, para conmemorar aquellos días históricos.

Así lo definió Alejandro Parras, el director de Romance de Zamba, uno de los característicos espacios de nuestra provincia que mantienen la enseñanza del pericón como una constante en fechas patrias. «El pericón, junto con el gato y el malambo, son los bailes más característicos cuando uno se propone evocar el 25 de mayo de 1810».

Siguiendo por esa línea, el profesor de danzas folclóricas explicó que el pericón es una danza «muy buscada para estudiarla y aprenderla» en vísperas de fechas patrias como la de hoy, en la que se celebra y se recuerda la Revolución de Mayo.

En un sentido técnico, el pericón nacional es «una danza en conjunto, en parejas», y tiene como característica la aparición de «el bastonero», como aquel personaje que «de alguna manera, coordina las figuras que van a formar parte del baile», detalló el director de Romance de Zamba.

Asimismo, la gran particularidad de esta danza popular es que los bailarines visten un pañuelo, que puede ser de color blanco o celeste, y lo llevan sobre sus hombros. «En un momento son desprendidos del cuello para alinearlos y formar lo que se conoce como ‘el pabellón nacional’», detalló el profesor, en referencia a las figuras que componen la coreografía del pericón nacional.

Para la preparación escénica de este baile típico de la historia argentina, además, hay que tener en cuenta los pequeños detalles que conforman el contexto histórico y geográfico de la danza. «Hay que ver qué pericón vamos a representar, para empezar a pensar cómo estarán vestidas las parejas de baile», explicó Parras, y siguió: «El atuendo de la población rural no va ser el mismo que un atuendo de salón», en referencia a los trajes típicos de la época de 1810.

El pericón nacional es una de las danzas con mayor significado para nuestra cultura e historia como argentinos. «Es una danza muy importante. Trabajarla tanto con niños, como con jóvenes y con adultos, particularmente, es muy importante, porque se recuperan valores que nuestra sociedad, con tanto flagelo, necesita hoy más que nunca. Valores como la solidaridad, la paciencia, la posibilidad de construir, a partir de un bien común, algo en conjunto, de forma colectiva», opinó Alejandro Parras sobre la importancia del baile nacional argentino.

En ese sentido, el director de Romance de Zamba destacó que «la música y la composición coreográfica hacen que el pericón permanezca en el tiempo, en la vida de las instituciones escolares».

«Es el himno de las danzas folclóricas, es nuestra danza popular argentina. Siempre es esperada y siempre motiva a trabajarla en vísperas de estas fechas patrias. Eso es la vuelve importante y lo que la hace perdurar en el tiempo como una danza viva», finalizó.