A través del convenio firmado por el intendente Gustavo Martínez y representantes del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) para el desarrollo de distintas iniciativas, se buscará disminuir la proliferación de «malezas acuáticas» en los humedales urbanos de Resistencia.
Según explicaron desde el Municipio, el objetivo primordial es reducir la vegetación en estos espejos de agua para facilitar la amortiguación y garantizar, de esa manera, el normal escurrimiento durante lluvias intensas.
El secretario de Planificación, Infraestructura y Ambiente municipal, Guillermo Monzón, se reunió con la investigadora del Conicet, María Celeste Franceschini. Estuvieron presentes también los subsecretarios de Sistema Lacustre y Pulmones Verdes, Matías Arce y el de Ambiente, Pablo Alegre.
“Estamos trabajando en base a un convenio para el mantenimiento de las lagunas de Resistencia, esto forma parte de la planificación que tenemos para la recuperación de estos espejos de agua y por la función bioambiental que cumplen”, observó Monzón.
“Hemos intervenido en lagunas como la Francia, Seitor, Argüello para recuperar su capacidad para recibir las aguas pluviales, las estamos poniendo en valor”, adjuntó.
Al respecto, continuó diciendo que “debido al alto volumen de estas malezas tenemos problemas para el mantenimiento, que demanda un alto costo económico por los equipos que debemos utilizar”.
La intervención apunta a que las lagunas reciban insectos para que, a través de un proceso natural, se alimenten de las malezas y se reduzca la capacidad de esta vegetación acuática.
“No habrá exuberancia y permitirá escurrir las aguas pluviales, reducirá el mantenimiento ya que cada 45 días debíamos trabajar para ello”, señaló.
Cabe destacar que, de manera frecuente, el Municipio ejecuta trabajos de limpieza de las lagunas, afectando personal conocido como grupo Carpincho y maquinarias para el despeje de la vegetación acuática.
“La abundancia de malezas es producto de la cantidad de nutrientes de las descargas clandestinas cloacales o de detergentes de uso masivo, esto hace que prolifere y tenga un costo elevado porque las lagunas no tienen el rendimiento natural porque se taponan desagües”, explicó.
Resaltó también que Resistencia “es uno de los pocos municipios que trabajan con Conicet, en este caso con una tarea experimental que ya dio resultados en otros países”.
DETALLES DEL PROYECTO
Franceschini se desempeña en el Centro de Investigación de Ecología aplicada al Litoral que pertenece al Conicet y a la Universidad Nacional del Nordeste, y tras la reunión consignó que “trabajamos en el manejo de las malezas acuáticas en los humedales urbanos, en este sentido establecimos un convenio para aplicar la biotecnología con insectos que se alimentarán de esta vegetación, a los cuales haremos un control biológico”.
Consignó que hasta ahora para el mantenimiento de las lagunas se utiliza personal y maquinarias, que demanda un alto presupuesto municipal para su ejecución.
“Es un método inocuo ambientalmente y va a reducir los costos económicos”, especificó y advirtió que “las malezas acuáticas disminuyen la capacidad de amortiguación de los humedales de las aguas producto de las lluvias, ya que muchas rellenan las lagunas y se pierde capacidad de drenaje”.