El pomelo es una opción ideal para aumentar las defensas del organismo, entre otras propiedades beneficiosas que aporta para la salud. Sus principales aportes nutricionales y algunas precauciones para su consumo.
El invierno, además de las bajas temperaturas, nos trae consigo una variedad de frutas propias de la estación, como es el caso de los cítricos. Dentro de este grupo de frutas tan ricas y nutritivas se encuentra el pomelo, una opción ideal para aumentar las defensas del organismo, entre otras propiedades beneficiosas que nos aporta.
La disponibilidad de pomelo amarillo y rosado, es muy accesible en las verdulerías o ferias, o mejor aún, quienes tienen plantas en sus casas, siendo mucho más fácil de consumirlo fresco. En general, el pomelo puede mejorar nuestra salud a través de un gran número de mecanismos que incluyen efectos anticancerígenos, antioxidantes, e antiinflamatorios.
Dentro de sus principales aportes nutricionales se destacan:
Aportan un gran contenido de agua, según la fruta, varia del 85 al 95% de agua. Lo cual favorece la hidratación del organismo.
Son ricos en vitamina C: indispensable para el desarrollo y crecimiento. Favorece la absorción de hierro de los vegetales verdes y legumbres, lo cual es importante sobre todo para quienes padecen anemia. También, la vitamina C ayuda en la reparación de tejidos del cuerpo y al fortalecimiento del sistema inmunológico o de defensas, por eso se la asocia con la prevención de enfermedades virales como la gripe.
Aporta betacarotenos (provitamina A), los cuales tienen función antioxidante, es decir, protegen a las células del daño causado por sustancias llamadas radicales libres. Se cree que los radicales libres contribuyen al desarrollo de ciertas enfermedades crónicas y juegan un papel en los procesos del envejecimiento.
Son ricos en potasio, necesario para múltiples funciones del organismo, como la contracción muscular. Indicado para quienes padecen de calambres musculares, sensación de cansancio o debilidad muscular, etc.
Son bajos en calorías, como la mayoría de las frutas, por lo tanto, podemos incluirla en planes de descenso de peso. Cabe aclarar que este concepto aplica a la fruta entera, una vez que las exprimimos y agregamos endulzantes, puede resultar más calórica.
Aportan fibras, de tipo soluble, es importante para regular el tránsito intestinal. Para aprovecharlas debemos comer la fruta entera, ya que, en el jugo, en la mayoría de los casos, se desecha la pulpa, la cual contiene fibra.
Algunos consejos y precauciones para su consumo:
Consumir al menos 1 o 2 pomelos o cítricos por día en esta época.
Siempre será recomendable tomar un jugo de pomelo luego de algún alimento de origen vegetal que aporte hierro (hojas verdes y legumbres) para así potenciar su absorción.
Como la vitamina C se oxida con facilidad, una vez hecho el jugo, debe beberse inmediatamente para aprovechar todas sus propiedades.
Las personas que padecen gastritis o ulceras, patologías intestinales como diarreas crónicas e intestino irritable o problemas hepáticos, siempre deben consultar a un profesional antes de consumir cítricos, ya que pueden aumentar los síntomas.
Si se está en tratamiento para la hipertensión, colesterol o depresión, es mejor no tomarlo o reducir su consumo, porque éste puede llegar a obstaculizar la asimilación de algunos medicamentos. De igual forma sucede con los antibióticos. No obstante, siempre se debe consultar a un profesional ante cada caso particular.
Fuente: (Misionesonline).-