Se reencontró con su amiga de la infancia pocos días antes de su muerte

0
740

La Residencia de Adultos Mayores (RAM) «Santa Ana y San Joaquín» tiene innumerables momentos que marcan la vida de quienes comparten el espacio como residentes y los servidores que se ocupan de la atención de todos ellos.

Los recibimientos a nuevos moradores, celebraciones de aniversario y cumpleaños, días especiales del calendario o las tristes despedidas cuando los despiden para siempre, alegran o entristecen a todos los que ocupan este centro que desde hace más de 20 años recibe y atiende a los adultos mayores que necesitan un lugar para vivir.

 

El caso que marca la importancia de lazos afectivos que perduran a pesar del tiempo y la distancia es el de una mujer, amiga de una residente, que llegó hace algunas semanas desde Formosa para saludar a quien no veía desde hacía bastante tiempo, sin imaginar que era el último adiós.

 

Ella es Ana Menéndez y al momento de su cumpleaños pidió como regalo, no celebrar con una fiesta, si no poder viajar a visitar a su amiga que estaba en la Residencia de Adultos Mayores «Santa Ana y San Joaquín» de Las Breñas. De inmediato, sus hijos Geraldine, Walter y Maxi, no dudaron ni un instante y se pusieron en contacto con los funcionarios de la Secretaría de Promoción y Desarrollo Social del Municipio para hacer realidad el deseo de su madre.

 

Con este trámite realizado, se pusieron en camino desde Formosa, lugar de residencia de Ana, y llegaron a Las Breñas donde se produjo el reencuentro con Ilda Henger, residente en este hogar desde el 10 de enero de 2018. Las amigas de la infancia se reencontraron y, después de un cálido y prolongado abrazo, charlaron animadamente y recordaron bellos momentos durante un buen rato de la jornada del sábado 25 de marzo que fue el día de la visita.

El reencuentro de dos amigas de la infancia que no se vieron por mucho tiempo se dio en Las Breñas pocos días antes del fallecimiento de Ilda Enger.

 

Una muy emocionada Ilda manifestó a los servidores de la residencia su felicidad por recibir esta visita, charlar y rememorar los buenos momentos compartidos. Pocos días después, el jueves 6 de abril, se informó desde el Municipio que Ilda había fallecido a la edad de 87 años.

 

Los responsables de la Residencia de Adultos Mayores manifestaron su agradecimiento a Dios por haber hecho posible el reencuentro por iniciativa de la amiga de Ilda y dejaron la reflexión de que «lo más importante que podemos regalar a quienes queremos es atención y cariño».

Fuente norte