“Rosario sangra” es un lema que se popularizó hace años y que alerta sobre la escalada de violencia por la que atraviesa una de las emblemáticas ciudades de Santa Fe por los múltiples crímenes y balaceras, por el avance del narcotráfico.
Ante la alarmante situación en Rosario, donde hubo más de 100 crímenes en lo que va del año y se presentó la Corte Suprema para apoyar la lucha contra el narcotráfico, el intendente Pablo Javkin hizo una serie de propuestas para tratar de mejorar el combate contra esta problemática.
Entre las principales propuestas de Javkin están que haya una cárcel de máxima seguridad que aloje solo a los jefes de bandas de delitos complejos como el narcotráfico.
El objetivo de esta propuesta es tratar de cortar los lazos de los detenidos por venta de drogas con los que están presos por delitos más leves.
Además sugiere que los presos dejen de usar teléfonos celulares en las cárceles, con los que se advierten que se dan órdenes, por ejemplo, para realizar balaceras o enviar audios intimidantes.
TN se comunicó con el Servicio Penitenciario Federal (SPF) y el Ministerio de Justicia para conocer sus posturas con respecto a estas propuestas, pero no obtuvo respuestas.
Las propuestas de Rosario para combatir mejor el narcotráfico
En el equipo de Javkin aclaran que la sugerencia del intendente de Rosario de que haya una cárcel de máxima seguridad para líderes de bandas de delitos complejos “forma parte de un diagnóstico”, de un paquete de medidas destinadas a combatir el narcotráfico y dicen que debe haber un abordaje “integral”.
Cerca del intendente de Rosario advierten en declaraciones a TN que al no haber cárceles que alberguen solo a los presos por delitos complejos “en los penales se mezclan los menos y los más experimentados”.
Desde el municipio de Rosario alertan que “quienes tienen menores penas que otros son liberados antes y quedan dentro de las organizaciones criminales”, lo que las autoridades comunales quieren evitar.
En el entorno de Javkin subrayan que, más allá de los reclamos -que comparte el ministerio de Seguridad de Santa Fe encabezado por Jorge Lagna-, depende de los gobiernos provincial y nacional que haya un penal de este tipo. Cerca del intendente aclararon que ese establecimiento “no necesariamente tiene que estar en Santa Fe”.
Preocupación por el uso de celulares en las cárceles
Una de las mayores preocupaciones para la administración de Javkin es el uso de celulares en las cárceles, que el intendente calificó como “coworking del delito”. En la administración comunal advierten sobre la “porosidad del ingreso de celulares” en los penales.
Alertan que con el uso de estos equipos en las cárceles los delincuentes dan órdenes para ejecutar ataques como balaceras, y que se deben usar inhibidores de señal para bloquear estas comunicaciones.
Mencionan que el intendente de Rosario plantea en las reuniones que es fundamental elevar los estándares de seguridad en todas las cárceles.
Desde el equipo de Javkin reclaman trabajar en las cárceles provinciales para evitar que los presos se conecten desde el interior hacia el exterior y mencionaron el caso de uno de los narcos más peligrosos, Ariel Máximo “Guille” Cantero de “Los Monos”, con múltiples condenas por narcotráfico.
Fue en la celda de Cantero en el penal federal de Marcos Paz en la que encontraron dos teléfonos de línea y uno público, que la interventora del SPF María Laura Garrigós de Rébori dijo que “funciona con tarjeta” y que lo usan todos los internos para hablar con sus familiares”, en una entrevista a Radio Dos.
Leandro Halperín: “Las cárceles de máxima seguridad tendrían que ser para los presos más peligrosos”
El abogado Leandro Halperín, experto en políticas penitenciarias, respaldó la propuesta de Javkin de que haya una cárcel de máxima seguridad en la que estén alojados los jefes de bandas de delitos complejos, “los presos más peligrosos”. En declaraciones a TN Halperín explicó que esta modalidad “está prevista en la ley”.
- El experto en políticas penitenciarias se refirió a la ley de Ejecución de la pena privativa de la libertad, que contempla que entre otras cuestiones que “los establecimientos destinados a procesados no podrán alojar condenados”.
- El abogado dijo que los detenidos deben ser alojados en cárceles de acuerdo a una clasificación que depende de variables como la pena, el estado procesal y la caracterización que el SPF haga de los presos.
- Halperín advirtió que si en una penitenciaria están mezclados jefes de organizaciones criminales con presos de delitos menores los cabecillas “encuentran mano de obra fácil”, y alertó que “el narcotráfico ofrece ingresos más altos que el robo” u otro tipo de ilícitos.
Las consecuencias de no distribuir a los presos por sus características
El experto en políticas penitenciarias advirtió que en las cárceles federales “hay altos niveles de discrecionalidad” y que en un mismo penal están alojados “halcones y palomas”.
- El abogado explicó que aunque la ley obliga a dividir a los detenidos por peligrosidad esto no se cumple y que “salvo que el juez lo indique especialmente, el Servicio Penitenciario Federal no cumple con estas especificaciones”.
- Halperín dijo que al alojar a presos de distintos perfiles en un mismo complejo “se mezclan los internos frágiles con los cabecillas de organizaciones de delitos complejos, lo que facilita que puedan cooptar a los demás”.
- El experto en políticas penitenciarias dijo que el SPF “tiene menos presos que los que tenía antes de la pandemia” y que esto les permitiría “alojarlos con mejores criterios”.
- El abogado dijo que deben hacerse inteligencia en las cárceles sobre las características de los detenidos, por ejemplo sobre quiénes van a ser sus compañeros de celda, para tener un mejor abordaje.
- Halperín aclaró que inteligencia no significa espionaje, lo que está prohibido, mencionó que fue disuelto el Departamento de Inteligencia Penitenciaria del SPF y que no fue reemplazado.
El experto en políticas penitenciarias advirtió por el uso de celulares en las cárceles federales, lo que dijo que está prohibido, y consideró que el uso de estos equipos en las penitenciarías es por “corrupción” y falta de controles.
El abogado reclamó el uso de inhibidores de señales para bloquear las comunicaciones y que haya “un control eficaz de lo que entra y sale de la cárcel”.
Halperín dijo en relación al sistema penitenciario en otros países que “en América Latina no es común la división de los presos por sus perfiles”, lo que explicó que “es más corriente en las cárceles de Europa”.
Fernando Cafferata: “Una cárcel para jefes de bandas no cambia nada si no se modifican el resto de las condiciones”
Para Fernando Cafferata, director ejecutivo del Centro de Estudios Latinoamericanos sobre Inseguridad y Violencia (CELIV) en la Universidad Tres de Febrero, “una cárcel de máxima seguridad para jefes de bandas de delitos complejos no cambia nada si no se modifican el resto de las condiciones”.
- El experto en políticas públicas explicó en declaraciones a TN que es fundamental que haya cambios y mejoras en las penitenciarías: “El delito organizado en las prisiones satisface necesidades de presos, con elementos básicos como el papel higiénico”.
- El Director Ejecutivo del CELIV advirtió que entre las cuestiones que deben mejorarse en los penales están la capacitación y los bajos salarios de los agentes, para tratar de evitar que haya “complicidad” de los empleados penitenciarios con los detenidos.
- El experto en políticas públicas dijo que “mientras haya amenazas de los presos a los penitenciarios van a seguir los problemas”.
- Cafferata aclaró que la reubicación de los presos en las cárceles “puede durar poco como solución” y que los efectos “pueden desvanecerse rápido si no cambian las condiciones sistemáticas”.
Cafferata dijo que debe haber un análisis del riesgo de los presos: “Tiene que haber estudios de los detenidos, determinar si son de bajo, medio o alto riesgo”, para luego distribuirlos de acuerdo a las características que presenten.
- El experto en políticas públicas explicó que sin un estudio de los detenidos no se puede generar el tratamiento penitenciario adecuado y que caso contrario “solo se amontona, se acumulan presos en las cárceles”.
- El Director Ejecutivo del CELIV dijo que debe haber “criterio en el sistema penitenciario, como separar a los más grandes de los más jóvenes, y determinar el riesgo que representarán los presos una vez que recuperen la libertad”.
- Cafferata explicó que se debe trabajar además en los motivos por los que las personas están presas y sugirió el uso de la terapia cognitiva conductual, que destacó que “ayuda a resolver disputas” sin caer en la violencia y a tener conductas “prosociales”.
- El experto en políticas públicas dijo que se deben “pensar formas en que los presos de bajo riesgo no reincidan, y ayudar a los empleadores a tomar a estas personas después de que cumplan la pena”.
Cafferata dijo que en América Latina “en pocos países está bien armado el sistema penitenciario bajo la modalidad ‘preso-necesidad’” y que “en general las cárceles funcionan muy mal, es una ‘cuestión endémica’ en la región, a diferencia de Europa”.
Las advertencias por el uso de celulares en las cárceles
El Director Ejecutivo del CELIV dijo que “hay que ser muy claro en las políticas de comunicación de los internos” y advirtió que “en todos los penales entran objetos que no corresponden”.
El experto en políticas públicas sugirió que haya mayor supervisión en las cárceles y que mejoren las condiciones de los penitenciarios para combatir las eventuales complicidades con los presos.