La desaparición de Maira Benítez (18) ocurrió el 17 de diciembre de 2016 y por el hecho, luego de una larga investigación que debió dirimirse entre la justicia federal (por supuesta trata) y el fuero ordinario, finalmente se condenó a Rodrigo Silva por homicidio simple a 21 años de cárcel.
Una causa que sigue abierta porque el juicio se realizó sin cuerpo, cuyo hallazgo de los restos fue posterior al debate oral y público en Villa Ángela. Fue en agosto de 2019 cuando una trabajador rural alertó de la presencia de huesos en un campo distante diez kilómetros de Villa Ángela.
Un mes después, la justicia chaqueña tenía una pericia practicada en el maxilar y un diente adosado del cráneo.
El dato genético aportado a la fiscal de investigaciones Gisela Oñuk estuvo a cargo del forense Raúl Alejandro Aguirre, quien comparó los registros de odontograma y las historias clínicas pertenecientes a Maira, fichas dispuestas por el centro de salud donde ella se atendía.
Sin embargo, Antonia Morán, mamá de Maira, se negó a firmar el acta de conformidad sobre dicha pericia, y se negó a recibir los restos, al considerar que no se trataba de su hija.
QUÉ DICE LA PERICIA
NORTE de manera exclusiva pudo acceder al oficio remitido por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), al que recurrió la querella, para tener una pericia externa, con base en la presunción de Morán, que para entonces ya era representada por su abogada Silvina Canteros, quien sostenía que al no poder extraer ADN de los restos encontrados era necesario profundizar la pesquisa para saber si se trataba de Maira.
«Se concluye, en base a resultados obtenidos, que las muestras óseas pertenecen a un individuo masculino y excluyen a su vez con el vínculo biológico investigado» , informó la coordinadora de Identificación Mercedes SaladoPuerto.
La titular de la fiscalía número 1 recibió el informe de Mercedes Salado Pardo, coordinadora de identificación del organismo: “En el marco del expediente número 3223 caratulado “Hallazgo de restos óseos de NN- Villa Ángela S/eleva actuaciones a fin de remitir el informe elaborado por nuestro Laboratorio de Génetica Forense en respuesta a su solicitud”.
“De acuerdo con lo expresado en dicho informe, se obtuvieron perfiles STR autosómicos de las muestras dubitadas pertenecientes a los restos óseos bajo estudio, codificadas como 6100040 y 6200040. Asimismo, se procesaron muestras de referencia de madre e hija de Maira Iris Benítez, codificadas como 3100053 y 3100054 respectivamente”.
SIN COINCIDENCIAS CON OTROS PERFILES DE MUJERES
Por otro lado, “también se cotejaron los restos con perfiles genéticos de muestras de mujeres no identificadas, aclararon desde el Equipo de Antropología, y no arrojó ninguna coincidencia”.
NORTE pudo saber que las muestras fueron remitidas al Laboratorio de Genética que tiene el EAAF, en Córdoba, para intentar extraer material, ya que el Instituto de Medicina y Ciencias Forenses (Imcif) del Poder Judicial del Chaco no pudo concretar el proceso para tal fin, al entender los expertos que no había material genético en los huesos debido al paso del tiempo y la permanencia en campo inundado.