Sanatorios de Chaco en alerta por la ocupación de camas: a los casos de COVID se le suman otras patologías

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«Estamos prácticamente al límite», expresaron desde Aclysa al detallar el panorama. La situación de los casos de COVID-19 es mejor que en el auge de la pandemia, pero la internación por otras patologías enciende las alarmas.

El presidente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Chaco (Aclysa), Armando Frangioli, y su par de la Federación Médica de Chaco, Miguel Matta, coincidieron hoy en que la situación de la pandemia en la provincia es distinta a la del auge de la primera ola y a la de Buenos Aires.

En declaraciones a Diario Chaco, Frangioli explicó que la cantidad de internados con coronavirus difiere del momento más crítico. “En la primera ola de la pandemia habíamos llegado a entre 40 y 60 en los picos máximos de internación. Estamos muy por debajo de empatar la situación más grave”.

“Tenemos entre 150 y 160 camas generales en total y la enfermedad COVID nos está generando un número aproximado de 20 internados en todos los sanatorios privados de la ciudad de Resistencia, que son entre 12 y 14 tanto de la red de clínicas, de la Federación Médica o del Colegio Médico”, detalló el titular de Aclysa.

No obstante, alertó sobre el aumento de internaciones por la época: “Estamos con una ocupación importante. No por COVID-19, por patologías habituales o comunes por las cuales se llena una terapia intensiva fuera de pandemia. Si nosotros contabilizamos el número de pacientes COVID y de internación común, estamos prácticamente al límite de la ocupación total”.

“Hay pacientes con enfermedades respiratorias, cardiorrespiratorias o cardíacas que ocupan muchas camas normalmente en el comienzo del invierno”, señaló y agregó que en esta oportunidad la situación es diferente por el descenso de las temperaturas.

Además mencionó que internar a un paciente con coronavirus requiere un protocolo especial: “Un paciente de COVID no se interna en una sala o terapia común, tiene que ser aislado y protegido. Esto hace que sean muchas menos las camas que toda la dotación de camas de terapia intensiva”.

CÓMO IMPACTA EN EL PERSONAL SANITARIO

“Nos toma conociendo más la enfermedad pero con personal cansado y mal pago, elementos que juegan en contra”, aseguró Frangioli sobre la situación de los trabajadores de la salud.

Y continuó: “El médico que tiene que atender un paciente COVID o no COVID tiene que vestirse especialmente para estar protegido. El estrés que genera estar poniéndose la bota, el barbijo, la gorra y el mameluco para atenderlo. Y luego sacarse con cuidado para embolsar y tirar esa protección”.

“Todo esto, además del costo económico, genera una situación de estrés para el paciente o para el médico, kinesiólogo o bioquímico que está atendiendo. No es gratis toda esta situación. Por más entrenamiento o profesionalismo que tenga el que está atendiendo, es un ser humano con todas sus angustias”, reconoció Frangioli.

En las últimas semanas, la entidad expuso que varias instituciones de salud “cerraron por quiebra y otras están camino a cerrar”. Ante la posible segunda ola de contagios, se encuentran con “muy pocos” recursos, con equipamientos agotados o por reparar.

“Hacer ese arreglo tiene alto valor, estamos hablando de 20 o 30 mil dólares. Hoy las empresas sanatoriales están cubriendo los sueldos a duras penas. No tienen excedentes como para comprar más medicamentos o insumos, mucho menos la aparatología que se fue agotando en este periodo”, precisó.

Además “cuesta incorporar insumos nuevos porque como están cerrados los viajes al exterior, llega muy puntualmente la medicación y la aparatología, que cuando llega lo hace con un costo adicional y en manos de un monopolio que estruja los valores y hace muy difícil la compra”.

ESPERAN RESPUESTAS DEL GOBIERNO

Por último, el titular de Aclysa contó que mantuvo una reunión el jueves con las autoridades sanitarias y el presidente de la obra social en el hospital Perrando: “Se tomaron algunas medidas para ir funcionando juntos y subsanando algunas deficiencias que tuvimos en la primera oleada. La idea de trabajar juntos es importante”.

“Estamos esperando las respuestas. Lo hemos planteado muchas veces. A nivel nacional las entidades que nos representan han planteado esto varias veces. Estamos pidiendo financiamiento para la compra de insumos y la baja de impuestos para la incorporación de aparatología. Cosas que en la primera pandemia no pudimos y esperemos que ahora se pueda dar”, indicó.

“NO ESTAMOS EN UNA FASE TAN CRÍTICA COMO BUENOS AIRES”

Por su parte, en contacto con Diario Chaco el presidente de la Federación Médica de Chaco, Miguel Matta, sostuvo que “no estamos en números críticos aún. No estamos en una fase tan crítica como en Buenos Aires, donde están saturadas las instituciones privadas y públicas”.

En esa línea, remarcó que “no hay una aceleración de casos como en la primera etapa, que teníamos 400 o 500 por día. Venimos con una merma bastante considerable. Nosotros estábamos con cerca de 40 internados en las épocas más bravas y ahora muy por debajo”.

POCAS PERSONAS VACUNADAS

“Acá el problema es otro: la vacunación. No estamos vacunando a nadie. Para lograr la inmunización de rebaño vacunar por lo menos a 30 millones de personas. Nos están faltando 28 millones de dosis. Si las duplicas son 56 millones de dosis lo que necesita Argentina”, cuestionó Matta.

Y advirtió: “Si traes un avión con 300 mil, 500 mil, o 1 millón de dosis no aporta a nada. Necesitamos 20 millones de dosis para empezar a hablar de que estamos bien. Sino jamás vamos a conseguir bajar la circulación del virus”.

“Con cualquier vacuna te tenés que poner la segunda dosis, sino no estás completando el plan. Es una barbarie que se pactó a nivel nacional.Y no tenemos otras vacunas, solo la Covishield/AstraZeneca, que llegaron muy poquitas y se vacunó alguna gente con esa. Ese es el problema”, criticó luego de que las autoridades acuerden aplicar, en principio, solo las primeras dosis en la población.

AUMENTO DE CASOS POR SEMANA SANTA

Para el titular Federación Médica de Chaco, el aumento de casos de la semana pasada se debe a que en Semana Santa “relajaron los controles porque ya no tienen más plazo político ni económico para seguir diciéndole a la gente que se quede encerrada. Hundieron el país con este tipo de medidas”.

“El país explotó de casos por las vacaciones de Semana Santa, no porque hay una ola o el virus se puso más malo. Salió todo el mundo a juntarse en todos lados, todos los centros turísticos repletos de gente. Es lógico que si no tenés vacunas suficientes, la gente no se cuida lo suficiente y el Estado no te cuida como te tiene que cuidar, entonces la consecuencia es la proliferación de casos. Esperaron a avisar ahora, cuando impactó Semana Santa. Los 260 casos que aparecieron el jueves pasado en la provincia fue por eso”, afirmó.

Luego de repasar situaciones insólitas durante la pandemia, Matta insistió en que la mayor cantidad de contagios se da en las concentraciones masivas: “Hay manifestaciones todos los días, el velorio de Maradona, el acampe a favor y en contra de la ley del aborto, entre otros. Y después hablan de ola. No es que hay un virus más patógeno que el anterior. Si hay algunas variantes de Manaos, de Inglaterra, pero no es ese el problema”.

Finalmente se refirió a la rentabilidad de los servicios de salud: “Hoy es cero o estás trabajando a pérdidas. El problema no es que te aumenten los salarios sino que no te aumentan tus aranceles. Hace 8 meses que se trabaja con los aranceles desactualizados y no pudiendo pagar salarios.Los aranceles son ridículos, 600 pesos una consulta. Ni un kilo de carne una consulta. Vas a la verdulería y gastás tres lucas en cuatro cosas. No tiene parangón lo que paga sobre todo el Insssep versus lo que cuesta sostener el sistema de atención médica”.