Mediante la Resolución Nº 1.468, firmada por la ministra Paola Benítez, las medidas se aplicarán para todas las personas en estado terminal ya sea por COVID-19 u otra patología y permitirán la visita de acompañantes, durante los días de la semana y lapsos de tiempo establecidos, dependiendo de la enfermedad que esté cursando el paciente.
La medida apunta a las personas con sospechas de terminalidad que se encuentran internadas por COVID-19 y otras patologías, con sus correspondientes sistemas de seguridad, y busca humanizar la asistencia en los últimos días del paciente de manera acompañada y no en soledad.
Se dará prioridad a las voluntades anticipadas de los pacientes, y si aún no hubieran sido expresadas verbalmente o por escrito, se animará a que la persona lo haga.
La elección del acompañante será una decisión del paciente o si este no pudiera, será la familia, o referente afectivo la que decidirá qué visitante acudirá.
La Resolución Nº 1.468 establece un protocolo específico para la presencia de acompañantes de aquellos pacientes con COVID-19 en situación terminal que están internados en el hospital modular del Perrando.
Los requisitos
Los requisitos para acceder a la zona de terapia intensiva de coronavirus serán las siguientes:
- Una persona familia o referente afectivo por paciente, de lunes a domingo, el horario disponible será de 9 a 11 y de 15 a 17.
- La cantidad de visitas serán dos por semana pudiendo ser dos personas diferentes y en distintos momentos.
- Los acompañantes deben ser mayores de 18 años y menores de 60 años y no poseer factores de riesgo.
- El tiempo de permanencia en la habitación será variable dependiendo de la condición clínica del paciente internado y tendrá un máximo de duración de dos horas.
En cuanto al acompañamiento de personas en situación de últimos días que no tienen diagnóstico de COVID-19 y que se encuentran en terapia intensiva, el protocolo establece: para acceder a los servicios de Oncología, Clínica, Cirugía, Terapia Intensiva, Guardia, Emergencia, entre otros, se permitirá el ingreso de dos familiares o referentes afectivos por paciente si las condiciones físicas de distanciamiento social de 1,30 metro lo permiten; el horario de visitas es de lunes a domingo de 9 a 11 y de 15 a 17 y la permanencia en la habitación será de dos horas por turno, aunque se considerará la posibilidad de acompañamiento permanente en el caso de ser posible; la cantidad de visitas será de dos por día (una a la mañana y una a la tarde) y la edad de los concurrentes será entre 18 y 60 años, aunque se evaluará el acceso excepcional de menores de edad o mayores de 60 años extremando las medidas de seguridad y garantizando el cuidado psico-emocional.
Por otra parte, el protocolo también considera la continuidad de la utilización de canales digitales y de llamadas telefónicas o videollamadas para mantener el contacto entre la familia y el paciente durante el proceso de internación, así como el contacto telefónico diario con el círculo íntimo, frecuente y previo a la situación final de la vida de la persona con el objetivo de ayudar y adaptar a los familiares para el momento de terminalidad.
A su vez, se otorgará prioridad a la expresión de últimas voluntades, o voluntades anticipadas, los deseos o preferencias de la persona y la toma de decisiones compartidas.
El objetivo del protocolo aprobado por el Ministerio de Salud del Chaco es humanizar la asistencia en el final de vida de pacientes internados en el hospital Perrando, independientemente si su diagnóstico fuera o no infección por COVID-19. Además se busca ofrecer un tratamiento y atención que preserven la dignidad de la persona en el marco de derechos humanos y con respeto a la autonomía, la solidaridad y la libertad.
Otras de las finalidades es garantizar el derecho humano a la despedida del paciente internado, de familiares o referente afectivo y prevenir el desarrollo de duelos patológicos.
Fuente datachaco