La Justicia misionera benefició con prisión domiciliaria a Carlos Rodrigo Oulier, quien violó a su hijo cuando tenía ocho años por el riesgo de contagio de coronavirus, debido a que sufre asma. La madre de la víctima recibió la noticia con indignación y dijo que tiene miedo “por la seguridad” de su familia.
Menos de 20 cuadras y una tobillera electrónica son apenas lo que separa al presunto abusador de la casa donde siguen viviendo su hijo y su exmujer, quien lo denunció hace dos años. Ahora, la mujer contó que no duerme por las noches y junto con su madre se turnan para hacer “guardia” por temor a que el hombre irrumpa en el lugar con intenciones de venganza.
“No entiendo la decisión que tomó el Juez, si es por el coronavirus, creo que en la cárcel estaría más resguardado”, manifestó la mujer en diálogo con Radio Nacional Iguazú, y con angustia se preguntó: “Qué posibilidades hay de que él no se escape o me mate o nos mate, ese es mi miedo”.
“(El juez) me había dicho que no podía encarcelarlo porque se presentó cada vez que fue citado y era un buen trabajador”, afirmó la madre de la víctima, que después de todo el infierno que tuvo que atravesar se vio forzada a decirle a su hijo que su papá había salido de la cárcel.
La madre del niño, al enterarse de la insólita noticia, reaccionó alarmada: “Hasta donde yo sabía, nunca tuvo asma”, recordó en diálogo con La Voz de Misiones.
La mujer cuestionó además la decisión judicial y señaló: “En toda la provincia hay solamente 5 casos confirmados de coronavirus, no puede darle este beneficio a alguien tan peligroso”, en referencia al padre de su hijo, que hoy tiene 10 años y “se recupera de un trauma muy profundo aunque cada vez socializa más y su conducta mejora”, detalló emocionada.
Oulier, empleado de un casino de la Ciudad de las Cataratas, pasó un año tras las rejas, en prisión preventiva, acusado de “abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y suministro de material pornográfico”. En su contra, la Justicia logró dos pruebas fundamentales: la declaración de la víctima en Cámara Gesell y la comprobación de los peritos médicos que constataron los abusos.
“Primero se asustó un poco, pero busqué darle tranquilidad. En esa charla me pidió que le compre un cuchillo con funda para poder defenderse”, contó dolida, y concluyó: “Me da miedo (la prisión domiciliaria) porque me odia, se puede escapar o lo que es peor, hacer alguna macana. Esa tobillera no garantiza nada”.
El juez Martín Brites otorgó el beneficio al considerar que el hombre, de 40 años, presentaba un riesgo de contagio de coronavirus por ser asmático ya que en la Unidad Penal de Eldorado no existen médicos capacitados para atender esa patología. En medio de los cuestionamientos que recibió por la medida, el magistrado argumentó: “Esta medida no hace más que cambiar el lugar de la detención del imputado”.
La mujer denunció al padre de su hijo a mediados de 2018 y desde entonces, el chico tuvo que pasar por dos cámaras Gesell, pericias psicológicas y tres exámenes médicos -el último bajo anestesia- que permitieron confirman los abusos. Él mismo acusó a su padre por los ataques que sufrió, y aún así, su madre remarcó que tuvo que encabezar una marcha para conseguir que lo detuvieran.
Fuente data 24
