Uno de los objetivos de la celebración es dar visibilidad a las personas que padecen esta enfermedad, sensibilizando a la sociedad sobre ella y los recursos necesarios para prevenirla, controlarla o eliminarla.
Uno de los objetivos de la celebración es dar visibilidad a las personas que padecen esta enfermedad, sensibilizando a la sociedad sobre ella y los recursos necesarios para prevenirla, controlarla o eliminarla.
La propuesta de designar el 14 de abril Día Mundial de la Enfermedad de Chagas fue iniciada por la Federación Internacional de Asociaciones de Personas Afectadas por la Enfermedad de Chagas.
El 24 de mayo de 2019, la Asamblea Mundial de la Salud, el principal órgano normativo de la OMS, refrendó la propuesta, que contó con el apoyo de varias instituciones de salud, universidades, centros de investigación, plataformas no gubernamentales nacionales o internacionales, organizaciones y fundaciones.
La enfermedad de Chagas, denominada también tripanosomiasis americana, ha sido calificada de «enfermedad silenciosa y silenciada», no solo por su lenta evolución clínica, frecuentemente asintomática, sino también porque afecta principalmente a poblaciones pobres sin peso político ni acceso a atención de salud.
Antaño endémica en países de América Latina, actualmente la enfermedad de Chagas está presente en muchos otros países, lo que hace de ella un problema sanitario mundial.
La elección de esta fecha, se remonta al 14 de abril de 1909, cuando el médico brasileño Carlos Chagas realizó el primer diagnóstico de la enfermedad en una niña llamada Berenice Soares. La enfermedad de Chagas se ha convertido en un problema de salud global que afecta a más de 6 millones de personas, al menos 1 millón de ellas en Brasil, y causa alrededor de 7 millones de muertes al año.
Sensibilizar sobre esta enfermedad tropical desatendida, que con frecuencia se diagnostica en sus últimas etapas, y dar a conocer su perfil es fundamental para mejorar las tasas de tratamiento temprano y curación, y para interrumpir su transmisión.
Actualmente existen intervenciones costoeficaces y de base científica, como el cribado (de sangre y órganos de recién nacidos y niños), la detección temprana de casos, su tratamiento inmediato, el control vectorial, la higiene y la inocuidad de los alimentos.
La OMS invita a los países a pasar a la acción y dar a conocer en todo el mundo ésta y otras enfermedades tropicales desatendidas, para así poder lograr una resonancia internacional.
Fuente: OMS.