Coronavirus: los «vivos» que rompieron la cuarentena e indignaron al país

0
638

La cuarentena total y obligatoria impuesta por el gobierno el pasado 20 de marzo sacó lo mejor de todos: la solidaridad con los vecinos, el respeto por los vulnerables, el redescubrir de los vínculos hogareños. Sin embargo, fueron muchos quienes decidieron que sus necesidades eran mayores que el bien común: más de 3.400 personas fueron detenidas y más de 84 mil demoradas o notificadas desde el viernes pasado en todo el país por violar el aislamiento social.

PERFIL te cuenta algunos de los casos más resonantes:

Luca Singerman, de 22 años, viajó el 19 de marzo en Buquebus, el servicio de ferry entre Uruguay y Argentina, durante uno de los viajes de repatriación de argentinos en el exterior, e informó a la tripulación que había dado positivo en la prueba de coronavirus después de llegar de Europa. Así, obligó a hacer cuarentena a 400 personas. La ciudad de Buenos Aires lo demandó por 700.000 pesos, el costo del operativo de trasladar, testear y poner en cuarentena a todos los pasajeros.

Danilo H. de la localidad de Selva, provincia de Santiago del Estero, mantuvo un fogoso encuentro con una amiga casada de la ciudad de Córdoba, recién llegada de España y a la que poco después le fue diagnosticado COVID-19. A los pocos días participó de una fiesta de 50 personas en el pueblo de Ceres, provincia de Santa Fe, que determinó que las poblaciones de las dos localidades se mantengan en cuarentena.

El famoso conductor Marcelo Tinelli se fue en avión privado a la provincia de Chubut para pasar los días de aislamiento el 19 de marzo, sabiendo que unas horas más tarde el Gobierno de Alberto Fernández decretaría la cuarentena obligatoria, lo cual generó una enorme crítica desde las redes sociales.   ​

Gustavo Nardelli, ejecutivo de una de las principales empresas cerealeras de Argentina, salió a pasear en su yate Champagne por el río Paraná durante la cuarentena y fue detenido.

Miguel Angel Paz salía de su edificio en el barrio residencial de Olivos, al norte de la ciudad de Buenos Aires, cuando el sábado 14 por la noche el vigilante Gustavo Raúl Granucci le recriminó violar el aislamiento obligatorio, ya que acababa de llegar de viaje de EEUU y debía mantenerse 14 días en su casa. El hombre atacó a piñas y le rompió la nariz al vigilante.

Un joven de 24 años llegó a la Argentina el 13 de marzo proveniente de EEUU no respetó el aislamiento obligatorio y al día siguiente participó de una fiesta de 15 años en la localidad bonaerense de Moreno. Cinco días después era internado con una grave complicación por coronavirus.

Federico Llamas increpó a periodistas y luego escapó del domicilio del barrio porteño de Flores al que había sido escoltado para que cumpliera la cuarentena obligatoria. Había sido interceptado el martes 24 por Prefectura en el momento en el que transitaba hacia Capital Federal por la Autopista Panamericana, a la altura de Paraná, en una camioneta con una tabla de surf en el techo. Al ser interrogado por los uniformados, sostuvo que se había ido a Brasil de vacaciones y que había entrado al país desde Brasil por Paso de los Libres, sin que supuestamente le hayan comunicado que tenía que cumplir con la cuarentena preventiva por coronavirus. Al día siguiente fue encontrado en la localidad costera de Ostende.

Un hombre de 70 años que quería regresar a Buenos Aires desde Madrid ocultó que tenía síntomas de coronavirus y en pleno vuelo se descompensó, por lo que fue internado en grave estado llegar. La persona provenía de la capital española, donde estaba varada junto a varios argentinos y como tenía fiebre desde hacía una semana tomó paracetamol para poder bajarla y que no se detectara al arribar al vuelo 1133 de Aerolíneas Argentinas. Una vez en pleno vuelo empezó a tener 39 grados de fiebre, tos y graves problemas para respirar, por lo que dos médicos que viajaban a bordo lograron estabilizarlo. Todos los pasajeros y al personal de la aerolínea fueron confinados en aislamiento.   «Estoy buscando travestis», respondió, a modo de excusa, el conductor de un Ford Focus apenas los efectivos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires le pidieron la autorización para circular en plena cuarentena.

El hombre, de 48 años, fue interceptado en plena zona roja del barrio porteño de Constitución y se le abrió una causa por violar el artículo 205 y 239 del Código Penal, que refiere a las medidas establecidas por las autoridades para frenar el avance de una epidemia.

Fuente perfil DS