Los trabajadores de los call centers de la provincia del Chaco hicieron público su reclamo por tener que cumplir su compromiso laboral sin demasiadas medidas preventivas contra el coronavirus, en medio de la emergencia sanitaria por la pandemia.
Si bien la actividad de los centros de atención telefónica es una de las que están excluidas de la cuarentena obligatoria dictada por el gobernador Jorge Capitanich, el decreto 433 establece que deben cumplir algunas condiciones específicas para funcionar.
Así, se dispuso que los call centers deben funcionar “debiendo respetar los protocolos establecidos en normas nacionales, provinciales y municipales”.
En ese sentido, deben “mantener al menos un puesto de trabajo intermedio entre cada operador, no pudiendo superar en ningún momento una ocupación superior al 50% de la capacidad instalada”. Es decir que si tiene una capacidad para 200 personas, no puede haber más de 100 dentro del lugar.
El reclamo de los trabajadores
Trabajadores del Call Center ubicado en avenida 9 de Julio, llevaron un paro esta mañana como protesta, debido a «la precariedad con la que se encuentra operando, sin ningún tipo de seguridad, guantes, barbijos, alcohol en gel, entre otros elementos de protección».
Los empleados expresaron su preocupación por la situación en la que «se encuentran cumpliendo su función en un salón cerrado, con más de 300 personas, (una a lado de la otra), a solo 10 centímetro de distancia».
“Esto no respeta lo informado recientemente por el Gobierno provincial donde se adoptó una serie de medidas entre las cuales establece evitar aglomeración de personas en establecimientos abiertos, cerrados o semicerrados. Donde, además, los especialistas dicen a viva voz que la transmisión de la enfermedad se propaga de persona a persona y aconsejan quedarse en la casa. Hoy nosotros tenemos que arriesgarnos y lo peor, llevar la peste a nuestra familia” .
“Nos están obligando a trabajar exponiéndonos a la enfermedad; cuando les preguntamos, qué piensa el gobernador Jorge Capitanich sobre esto, los funcionarios que se acercaron a mediar con nosotros nos dijeron que el ejército está poniendo carpas para casos de emergencia. Es decir; nos están mandando a enfermarnos”, finalizó sebastián un vocero del área.
Por último agregaron. “Los operadores nos encontramos a la deriva sin respuesta de las máximas autoridades y con la amenaza de disminución de sueldo, para aquellos que no cumplan las horas requeridas por la empresa”.