Suena la alarma. Vencemos el sueño. Ponemos los pies en el suelo y con pasos lentos, de recién despertads, nos dirigimos a la cafetera. El café es por excelencia la bebida del desayuno.
«Necesito despabilarme» son una de las frases más comunes a la hora de tomar la primera, la segunda o las siguientes tazas. Sí, es cierto que la cafeína estimula y excita al propio individuo, despertándolo.
Eso sí, seguro que te habrás fijado que no todos lo tomamos igual. Hay quién prefiere tomarlo solo y hay quién prefiere mezclarlo con leche (en distintas proporciones) o con chocolate. Preferencias que definen nuestros gustos y, también, nuestra personalidad.
La psicóloga Dra. Ramani Durvasula se fijó en este detalle y realizó un estudio sobre cómo varía la personalidad de las personas según el tipo de café que tomen. En esta investigación se medía la introversión o extroversión, la calidez y sensibilidad, el perfeccionismo y la paciencia… Y llegó a una conclusión. ¿
Conclusiones
Como previamente te decíamos existen decenas y decenas de forma de tomar el café, pero vamos a destacar las más comunes.
SOLO.Una bebida fuerte y amarga. Según el estudio suelen ser personas pacientes y eficientes. Con tendencia a la simplicidad y que tienen cierta aversión al cambio.
CON LECHE.La opción más clásica. Si lo tomás, sos reflexivo y un poco indeciso. Ante la duda acabás eligiendo la opción más segura. Prefieren no decantarse por una y tienden a complacer a los demás, por encima de ellos mismos.
DESCAFEINADO. Las personas que se decantan por esta opción suelen ser, según el estudio, personas que les gusta tener todo bajo control. Algo envidiosos y perfeccionistas.
FRAPPE. Por otro lado, los que se decantan por este tipo de bebidas frías… les suele gustar probar cosas nuevas. Esto conlleva a que, en ocasiones, sean un tanto prudentes y confiados.
INSTANTÁNEO. Buscan la rapidez, pero suelen tener un comportamiento más relajado. No suelen tener tanto detalles, ni son tan meticulosos o perfeccionistas como el resto.