El hecho fue descubierto en una casa ubicada en la Calle 16, entre 518 y 519, en el barrio de Ringuelet, en La Plata (Buenos Aires) a partir de denuncias de vecinos. En el lugar, la policía encontró a la anciana y logró detener a su yerno, experto en artes marciales, quien intentó resistirse con golpes de puño y patadas. Sin embargo, fue reducido y apresado por el delito de «privación ilegal de la libertad» y «lesiones».
Los investigadores establecieron que el acusado había improvisado una auténtica prisión y así mantenía cautiva a la mujer para apoderarse de sus ahorros y cobrar, sistemáticamente, su pensión. «La mujer estaba privada de su libertad y en condiciones paupérrimas de vida, encerrada con candados y rejas, y recibiendo alimentos una vez al día, y amenazas y castigos de parte de su yerno», detallaron las fuentes.
Según creen, el suegro del detenido «murió de cáncer hace un tiempo y se estima que también lo tenía encerrado en esas condiciones».
Crónica.-
