El gobierno de Alberto Fernández quiere reducir la base imponible del llamado «impuesto al lujo» que pagan los vehículos cero kilómetro en Argentina, y que empiecen a tributar un 20% los vehículos desde $1.300.000 precio mayorista, es decir unos $1.700.000 a público.
Así lo establece el proyecto de ley enviado hoy al Congreso.
La segunda categoría planteada es del 35% para los de más de $2.400.000 valor mayorista, es decir, unos $3.100.000 a público.
La medida generó malestar e incertidumbre tanto en las automotrices que fabrican en el país como en los importadores.
Si bien las alícuotas son de 20% y 35%, fuentes del sector explicaron que la tasa efectiva que impacta en el precio en realidad es mayor, de un 25% y 54%, respectivamente, informó TN.
«Si se aprueba volveríamos a unos impuestos como los de 2015», sostuvo una fuente de la industria que pidió reserva.
De convertirse en ley, en la práctica muchos autos medianos pasarán a tributar. Así, por ejemplo un Toyota Corolla SEG CVT (full), que cuesta $1.765.000 al público, pasaría a tener un precio de $2.206.000 ($441.250 más).
Y un SUV como el Hyundai Santa Fe, que tiene un precio de lista de $3.206.000, pasaría a costar $4.937.000 ($1.731.000 más).
«Esto llega en un momento en el que el mercado cae 50% y las marcas importadas 65% o 70% y ahora nos desayunamos con esto. Y lo quieren aprobar lo antes posible. Los autos está viniendo en barcos y la gente no lo va a pagar, o sea que no se van a vender», explicó un importador.
En una terminal que fabrica en el país sostuvieron que la sorpresa fue doble porque hoy a la mañana en la sede de SMATA, durante la presentación del Plan Estratégico 2030 para el sector, el propio presidente Alberto Fernández habló «autos accesibles para todos».