SIN JUBILACIÓN PARA AMAS DE CASA: «GENERA DESIGUALDAD E INIQUIDAD»

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La jubilación para amas de casa o aquellas personas sin aportes, tiene fecha de caducidad. La medida que implementó Néstor Kirchner en 2006 llega a su fin por decisión del gobierno nacional del presidente Mauricio Macri, que anunció el fin de la moratoria el 23 de julio próximo. Hasta entonces las mujeres mayores de 60 años que quieren acceder a una jubilación y no tienen todos sus aportes regularizados pueden acogerse a este beneficio, equivalente a una jubilación mínima y con aportes retroactivos.
Para conocer el impacto de esta decisión, Radio Libertad consultó con la tesorera del Sindicato de Amas de Casa, Carolina Centeno, quien explicó que «el hecho de que se suspenda la moratoria implica que muchas personas que después de esta fecha están en condiciones de jubilarse no lo puedan hacer y genera toda una desigualdad, falta de acceso y una completa iniquidad con respecto a los que venían accediendo».
qué implica
La referente indicó que «hasta el momento no hay información clara oficial, sino que nos guiamos por todo lo que a nivel periodístico está saliendo, inclusive varios legisladores provinciales y nacionales, se han manifestado en contra».
En primera medida recordó que «la jubilación de amas de casa, no es una ley de jubilación en sí misma, sino es un llamado a moratoria que aplicaron desde 2006, a aquellas mujeres que van cumpliendo 60 años, y también comprende hombres a partir de los 65 años que no tuvieran hecho los aportes o los tuvieran incompletos y no llegaran a los 30 años de servicio, que es el requerimiento para jubilarse, podían acercarse a las oficinas de Anses y a pesar de no tener todos los aportes de ningún tipo, algunos o parciales, podían jubilarse o acceder a este derecho».
En este punto destacó: «Porque la jubilación es un derecho con todo lo que implica, percibir un monto de dinero, pero a su vez también tener la cobertura de una obra social como es el Pami por ejemplo». Ante lo cual señaló que la medida «permitió a más de 1.8 millones de personas poder acceder a este derecho a partir de 2006 en adelante y a lo que se llamaba era a moratorias, que  es llamado a aquellas personas que se encuentran en condiciones de poder acceder a este beneficio a que se acerquen a las oficinas a cumplimentar los requisitos».
Centeno precisó que «todas estas moratorias se iban prorrogando porque en realidad lo que la ley habilita es el llamado de esta moratoria que se fue prorrogando», por lo cual explicó que lo que hace el Gobierno es no prorrogar la moratoria. «Impresiona lo que quiere hacer el presidente Macri, que ya sabemos cuál es su línea ideológica, acorde a ese pensamiento de que si uno no ha aportado durante los 30 años de vida no tiene derecho a jubilarse, sin embargo sabemos que en la Argentina hoy más del 30% de los trabajadores están en negro, o sea que todas estas personas que aportan al sistema productivo del país, no tienen sus aportes patronales pero no es que no han trabajado, sino que en realidad los empleadores de no hicieron los aportes», diferenció.
no es amor
Para Centeno «este fue un reconocimiento que se hizo en la década anterior, al trabajo que realiza el ama de casa, que hasta hace mucho tiempo era una persona que se consideraba que se sacrificaba por su familia, y todo lo que hace es por amor, se pudo reivindicar, y se reivindica hoy en día con la lucha feminista, sosteniendo que es trabajo no remunerado, porque si bien a la ama de casa no se le paga un sueldo por lo que hace, el lavar, planchar, cocinar, el cuidado de los hijos, de los nietos y todo lo que refiere con la economía familiar es un trabajo y debe ser reconocido como tal y la jubilación viene a ser un reconocimiento, un derecho a ese trabajo de cuidado no remunerado que han hecho durante muchos años y que además ha producido un beneficio económico no solo al núcleo familiar sino a la comunidad».
«Una ama de casa que nunca aportó iba a la oficina del Anses tenía determinada edad estaba en condiciones de jubilarse, no tenía acceso a otra cuestión más, no podía demostrar ningún tipo de aportes, accedía a una jubilación mínima, bajo el reconocimiento de la Nación, el Gobierno y el Estado, de que lo que hizo durante toda su vida fue trabajo, porque también tiene que ver con un concepto cultural, que todavía bajo el concepto patriarcal en el que vivimos creemos que el ama de casa no trabaja, sino que es amor, es sacrificio», distó.
Por otra parte, Centeno dijo que «se reconoce que la mujer trabajó durante 30 o 40 años dentro de su casa que no lo hizo solamente por gusto, sino que hubo un valor económico sobre el cual no se aporta o no se remuneró determinados aportes al estado, que le da esa jubilación», y destacó: «La mujer que recibe la jubilación de ama de casa se le resta por mes a esa jubilación un pequeño porcentaje por esos aportes que no se realizó. En realidad esa jubilada estaba pagando sus aportes de forma retroactiva, o sea que no es un regalo».
«Un país como el nuestro que tiene todavía banderas como la salud y la educación pública, creo que el hecho de que las mujeres puedan  acceder, porque son uno de los grupos más vulnerables,  a este beneficio social implica también un concepto de redistribución, solidaridad y justicia social, o sea las mujeres que aportaron al capital productivo a la nación en estos últimos años, sosteniendo lo que significa el cuidado de la familia, o la organización y realización de las tareas domésticas, simplemente lo que hacen es tener un ingreso económico, pero a su vez se pagan sus propios aportes», reiteró.

Puam: reforma jubilatoria encubierta

Más adelante, la referente de las Amas de Casa de la provincia, Carolina Centeno, analizó: «El hecho de que se suspenda la moratoria implica que muchas personas que a diciembre estaban en condiciones de jubilarse, por ejemplo, por unos pocos meses ya no puedan hacerlo, y genera toda una desigualdad, falta de acceso y una completa iniquidad con respecto a los que venían accediendo». Y agregó: «No solamente las mujeres amas de casa, sino también los hombres que trabajaron en negro, estas moratorias le permitían poder jubilarse con 65 años, al eliminar todo esto lo único que te queda es acceder a la Puam, la famosa Pensión Universal del Adulto Mayor, que se sancionó hace un par de años, que encima tenés que tener más años, 65 las mujeres y 70 los hombres, que fue como una reforma jubilatoria encubierta porque al eliminar esta moratoria se puede acceder a este beneficio porque eso lo que van a querer decir».
«Pero en realidad sacan la moratoria, pero accedés a la Puam 5 años más tarde», resaltó. «Primero que estirás los años de vida, y por el otro lado es una pensión no una jubilación y eso implica que se manejan como una pensión no contributiva, el nivel de cobertura es menor», diferenció además. «Si soy jubilada y el único sostén de mi hijo es a través de esa jubilación yo puedo pasarle esa jubilación, como pensión, lo que no se puede hacer con la Puam», ejemplificó.
«Entonces por eso decimos que es una reforma encubierta, y nos quieren convencer que es la mejor forma de solucionar esto. Y la mejor solución es empezar a reconocer lo que significa el trabajo en negro en la Argentina, el daño que hace el trabajo no registrado y que necesitamos que cada vez más los trabajadores puedan registrarse para realizar sus aportes y que, obviamente en este contexto de crisis, cada vez que hay más desocupación, más personas desempleadas registradas, y si hay menos empleo somos los activos que los estamos trabajando los que sostenemos a nuestros jubilados», describió el sistema.
«Por eso el problema de los jubilados no es quien aportó o no, sino cuántos activos tenés en este momento trabajando, por eso es tan importante entender que no es un problema de los viejos que son insostenible, que es lo que nos quieren hacer creer, sino que en realidad para que nuestros abuelos tengan una vida mejor se necesita un país productivo, pujante, que tenga los menores niveles de desempleo posible y los mayores niveles de empleo registrado o en blanco posible», explicó Centeno.
«Cuando más trabajadores activos tenés aportando al sistema, que es solidario, de esa manera vas a lograr que más cantidad de jubilados puedan acceder a su derecho de la jubilación que es un reconocimiento por haber trabajado toda su vida, trabajo que puede ser registrado o no, reconocido o no, pero que al fin y al cabo como el trabajo doméstico, tanto de las empleadas domésticas como el de las amas de casa es un trabajo al fin», finalizó.
Fuente diario la voz del chaco