Resistencia: por el bullying a una niña, su madre tuvo que cambiarla de escuela

2
1844

La gota que rebalsó el vaso fue el jueves pasado, un día antes del fin de clases. La mujer fue a buscar a su hija a la salida del turno tarde –cerca de las 17- y no advirtió la lesión. Una vez en la casa la nena se acostó a dormir una siesta y al despertar –alrededor de las 19- el moretón en el ojo izquierdo era muy evidente.

Una primera versión de la niña fue que se había caído por ir corriendo a lavar su taza y tropezar con un ladrillo. La mamá algo molesta adelantó que al día siguiente iría a pedirle explicaciones a la directora sobre por qué no la revisaron ni le avisaron lo que pasó. Entonces la nena contó que en realidad se golpeó cuando un nene la empujó; que un docente vio todo, la ayudó a levantarse y le dijo que eso le pasaba por jugar con los varones.

Al día siguiente Elizabeth, visiblemente enojada, pidió explicaciones a la vicedirectora, que admitió no estar al tanto y llamó al profesor. Una vez reunidos el docente admitió lo mismo que contó la nena, que la caída había sucedido en la última hora y que él no avisó porque ya era el momento de la salida.

“Agachaban la cabeza, reconocieron que tenían la culpa y no sabían qué decirme”, contó la madre, que a continuación acudió al Ministerio de Educación, a una sala de salud y a una comisaría para dejar constancia.

A lo largo del año

Aunque ya pidió el pase a otra escuela, Elizabeth cuestiona a las autoridades responsables de cuidar a los chicos. A mitad del año una vez la nena se había lastimado la nariz. Esa vez no la fue a buscar ella, sino su pareja, que firmó la notificación. Al día siguiente ella pidió detalles y le respondieron que su hija se lastimó mientras estaba jugando.

“Pero si están jugando, ¿por qué dejan pasar que le peguen? Y las veces que me quejaba respondían que iban a hablar con los tutores, o me decían que el nene pidió perdón y que no va a pasar más, pero una semana después otra vez lo mismo. Me volvía aquejar y me decían que son nenes y que eso siempre pasa en las escuelas”.

La niña empezó a ir a esa escuela a partir de este año. Era ‘nueva’ en el grupo de primero que comenzó en 2017.

“A mi hija le hacían bullying, no tenía amigos, le escupían, le tironeaban la mochila, le decían gorda, fea. Ella ya no quería ir a la escuela del miedo que tenía. Mi hija sufrió mucho, voy a ir a todas partes a decir esto, que no me dieron una solución”.

Elizabeth remarca varias veces que quiere hacer pública la situación porque en la escuela hay responsables que “dejaron pasar muchas cosas”.

“¿Cómo puede ser que el profesor no escuche ni vea nada? Un día fui a una clase y vi que entre los varones se golpeaban y se decían de todo sin que él haga algo”.

La joven se quiebra al reconocer que cuando fue chica sufrió mucho y nadie me defendía, por eso hoy no quiere que sus hijas (tiene una más) les pase lo mismo, “siempre las voy a defender”, dijo entre lágrimas.

Fuente d Norte