Chaqueñas varadas en Aeroparque: «Mi hija salió de quimioterapia y tenemos que viajar»

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Las consecuencias del paro que llevaron adelante los empleados aeronáuticos durante diez horas se extenderán durante los próximos días, y los más perjudicados fueron los usuarios. Cada historia personal y familiar es especial y la que vivió una madre junto a su beba no es la excepción: la niña es paciente oncológica y venía de realizar sesiones de quimioterapia a causa de un tumor.

Ivana viajó a Buenos Aires junto a su mamá, Mónica, y su nieta. La beba tiene cuatro años y hace dos le detectaron un cáncer grado 4. Ellos son de Posadas y viajan cada tres meses a la Capital Federal por el tratamiento médico, que incluye sesiones de quimioterapia.

Venimos cada tres meses desde Resistencia para hacer las sesiones de quimioterapia. No podemos estar en este ambiente.

«Ella es paciente oncológica y por su estado no la podemos exponer demasiado. No puede estar tanto tiempo con tanta gente, acaba de salir de una sesión de quimioterapia. Tuvo un tumor cerebral y ahora necesitamos volver a Resistencia», le explicó su abuela a TN, unos minutos después de que se levantara la medida de fuerza.

Las tres mujeres estaban solas, en pleno hall de Aeroparque, intentando resguardar a la pequeña. «Estamos acá hace dos horas aproximadamente. Tenemos el vuelo a las 20.55, en teoría vamos a poder salir, pero necesitamos irnos de acá», insistió Mónica, entre la marea de gente que ocupaba todos los pasillos del aeropuerto.

La cronista de TN, Mariana Segulín, consiguió que se acerque personal de Aeroparque para que intenten asistir a la familia. Entonces, un empleado se acercó y le pidió a Ivana que detalle la situación de salud de su hija.

«Venga usted conmigo, a ver si la podemos ayudar», le dijo. Inmediatamente, un hombre que fue testigo de toda la situación le reprochó: «¿Hace falta llegar a esto para que la atiendan?». La respuesta fue tajante: «Yo no la había visto. Estoy tratando de ayudar».

«Tenemos que venir cada tres meses desde Resistencia para hacerle los estudios y las sesiones de quimioterapia. Hoy a la mañana fue la última que hicimos y teníamos que volver. Pero no podemos estar en este ambiente», explicó la abuela, mientras su hija buscaba el permiso especial para pasar a una área más restringida del aeropuerto. Y cerró: «En ningún momento nos ofrecieron nada. El agua la trajimos nosotros. Si no era por ustedes, no pasaba nada».

FUENTE NORTE