Miriam Quiroga dio nuevos nombres de funcionarios que sabían del traslado de los bolsos

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Tranquila y con voz firme, Miriam Quiroga, ex directora de Documentación de la Casa Rosada, confirmó que vio los cuadernos en que Néstor Kirchner“anotaba los nombres de quienes le debían plata» y esta vez, dio una serie de detalles de cómo fue el mecanismo de recaudación de coimas entre el 2003 y el 2011.

Quiroga le contó al fiscal Carlos Stornelli en la causa de los cuadernos de las coimas que fue amante del ex presidente “durante diez años”, y precisó que fue el ex secretario privado Daniel Muñoz quien le puntualizó que en esos cuadernos se registraban los nombres de los empresarios que le debían sobornos por los contratos públicos obtenidos. También dijo que una vez escuchó cuando Kirchner pidió una puerta blindada por la bóveda de la casa de El Calafate. Y fue testigo, varias veces, del ingreso del “soberbio” del directorio de Ceremonial de Julio De VidoJosé María Olazagasti, llevando bolsos.

Después de la muerte de Kirchner, en octubre de 2010, sostuvo que escuchó que la entonces presidenta Cristina Kirchner convocó a altos funcionarios a la residencia de Olivos para que le explicaran sobre los negocios del ex presidente.

En este punto Quiroga, que fue echada de su puesto por orden de Cristina en enero de 2011 y reemplazada por la hermana del Cuervo Larroque, coincidió con la confesión del ex secretario de Obras Públicas, José López. Este reveló que la ex presidenta lo convocó a la residencia de Olivos para que le explicara el significado de esas anotaciones en un cuaderno marca Arte y él le detalló cómo era el “mecanismo de recaudación” de coimas.

En su testimonio indicó que en la campaña presidencial del 2003 vio cómo Carlos Senyszyn, ex custodio de Néstor, y Paco Larcher, quien luego sería el número dos de la SIDE, trasladaron bolsos con dinero en una camioneta usada para los actos electorales. El jefe de seguridad de la campaña fue Héctor Patrignani y luego, a partir del 2003, pasó a cumplir funciones en la Presidencia. Nombró al ex policía Juan Francisco Alarcón como el “chofer” de confianza de Kirchner y afirmó que sabía “por dichos que se hizo millonario”.

Además, dio una pormenorizada descripción del rol de cada secretario privado y dijo que Daniel Muñoz «estaba por encima» de todos y era “cínico, burlista, sobrador y bocasucia y tenía una relación de amor-odio con Néstor porque lo maltrataba”.

Hasta el 2001, Quiroga ocupaba el despacho “verde” frente al de Kirchner y al de Muñoz, quien prácticamente convivía las 24 horas con el presidente, y dibujó un croquis de cómo fue al área presidencial ubicada en el primer piso de la Casa Rosada en esa época, donde había una habitación y un baño.

Confirmó lo que había contado al programa “Periodismo para Todos” que una vez Muñoz le dio un bolso de cuero marrón para que lo pesara porque tenía “muchos verdes”, y que ella le dijo en broma que le diera algunos y le contestó “no, estás loca, (Kirchner) los tiene todos bienes contados”. Relató cómo Muñoz entraba con bolsos en autos que ingresaban directamente por la explanada de la casa de gobierno, sin controles, y luego los trasladaba en aviones a Río Gallegos.

En este punto, concordó con el ex secretario privado Fabián Gutiérrez, quien se acogió al régimen del arrepentido, y declaró que vio reiteradas veces a Muñoz “con bolsos con candado” en los asientos traseros del avión presidencial, mientras las valijas de los Kirchner iban en la bodega. Gutiérrez también coincidió en que tras el fallecimiento del ex presidente, dirigentes de La Cámpora como el Cuervo Larroque, Wado de Pedro y Juan Cabandié ocuparon posiciones clave en el entorno de Cristina. Además, subrayó que “Julio De Vido odiaba a Cristina” porque lo vetó para que fuera candidato a gobernador y puso en su lugar a Sergio Acevedo.

Mientras trabajaba en La Rosada recibió varias denuncias de corrupción como la del intendente de Catamarca, Coco Quintar, quien se quejó porque funcionarios de Planificación había pedido “una coima” por una obra para poner cloacas en su ciudad.

Muñoz era el hijo de la mujer que había sido la niñera de Florencia Kirchner y por eso ingresó al entorno de la familia presidencial y es el mismo que tuvo propiedades y cuentas en EE.UU. por más de 70 millones de dólares.

En Río Galleros era un simple empleado de la gobernación y estaba casado con una mujer llamada «Mileca o Milena» y tenía tres hijos y un nivel de vida modesta. Luego se juntó con Carolina Pochetti, la viuda que hoy está presa tras haber permanecido prófuga cuatro días, y pasó a vivir en una mansión en Saavedra. Luego del 2007, Muñoz siguió siendo el secretario privado de Kirchner en la fundación El Calafate que funcionó en un departamento de Puerto Madero y que cree fue creada por el socio de Máximo, Osvaldo Sanfelice.

Explicó el rol de cada uno de los secretarios privados que tuvieron Néstor y Cristina, y se detuvo en especial en el ex apoderado del Frente para la Victoria (FPV), Raúl Copetti, otro de los detenidos en la causa, quien era el “recaudador del partido” y con quien compartió un viaje a Roma para asistir a la asunción del Papa Benedicto XVI, junto a su esposa, la diputada nacional Silvia Esteban.

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