“Quiero que cada productor tenga su título porque para este Gobierno es importante regularizar la situación de los que viven y trabajan del campo”, definió el gobernador Domingo Peppo en el agasajo a familias agricultoras de toda la provincia, que se realizó el pasado viernes en Sáenz Peña. De esta manera, subrayó las políticas implementadas desde el Ejecutivo destinadas a fortalecer a pequeños y medianos productores e hizo hincapié en la importancia de contar con una política de distribución de tierras que beneficie a quienes trabajan en el campo.
Con el objetivo puesto en generar el arraigo de las familias rurales es que el Instituto de Colonización lleva adelante procesos de regularización dominial, estableciendo precios de la tierra fiscal diferenciales para aquellas personas que viven en el campo. Es así que se tiende a una distribución más equitativa, desalentando también la concentración de tierras en pocas manos.
El presidente del Instituto de Colonización Walter Ferreyra explicó que a partir del 2010 se perfeccionó la técnica para establecer el precio de la tierra fiscal, basándose en criterios técnicos como el tipo de suelo, el uso racional y la capacidad productiva. “A nosotros no nos importa la venta de grandes extensiones, sino que pequeñas extensiones de tierra puedan estar en la mayor cantidad de productores posibles”, afirmó el funcionario al subrayar que la fijación de precios de la tierra fiscal es mucho menor al que maneja el mercado inmobiliario porque está sustentado en una política que busca beneficiar a las familias rurales.
“Desde el Gobierno establecimos precios promocionales para los pequeños productores y nuestra política tiene que ver con la decisión del gobernador de arraigar a las familias en el territorio”, sostuvo Ferreyra.
Explicó que para regularizar la situación dominial, se realizan proceso de adjudicación en venta, y es allí que se realiza una diferenciación entre quienes viven en la zona rural y los grandes empresarios. “Al establecer un precio a la tierra partimos de la definición de que, si son pequeños productores, le damos precios promocionales, bajos y que lo pueden pagar hasta en 10 años. Pero cuando se trata de grandes superficies de tierra para aquellos que tienen poderes económicos e ingresos elevados, el valor incrementa notablemente, llegándose a sextuplicar, y deben pasar además por un proceso de factibilidad muy exigente y riguroso”.
Ferreyra hizo hincapié en que “toda la política de tierras está encarada para mantener la ruralidad, que la gente siga viviendo en la zona rural y los pequeños productores tengan la opción de ser dueños de la tierra que trabajan”.
Recordó que actualmente se trabaja en la regularización de la parcela 408, ubicada en el interfluvio Teuco-Bermejito del Departamento General Güemes: “En esta zona hay familias, muchas de ellas de la comunidad Wichí, que viven ahí hace más de 100 años, y no cuentan con regularización de su tierra. Es entonces que establecimos un precio muy promocional porque se trata de una reparación histórica para esos pobladores que nunca fueron considerados por el Estado”.
Diario Primera Linea.