Diputadas opositoras bajan pedido de sesión especial por el aborto

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Diputadas opositoras que respaldan el proyecto enmarcado en la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito acordaron hoy con representantes de Cambiemos bajar el pedido de sesión especial previsto para el 8 de marzo a cambio del compromiso del oficialismo de poner el tema en agenda de comisiones en el corto plazo.

En marzo se realizarán las primeras reuniones informativas con invitados que reflejarán los distintos puntos de vista sobre la temática, en el marco de un debate que duraría «dos meses» hasta la firma de los dictámenes.

El viraje del Gobierno en torno a la discusión del aborto, dando luz verde para que el tema sea encarrilado en el trabajo de comisiones, aplacó los ímpetus de las legisladoras que querían hacer una acción simbólica en el recinto en el Día Internacional de la Mujer, sabiendo de antemano que jamás iban a poder reunir los dos tercios de quórum para dar inicio a la sesión.

Si por un lado la estrategia de una sesión «testimonial» podía generar un golpe de efecto en la opinión pública, dejando mal parados a los diputados que no se sentaran en sus bancas ante la importante manifestación que se desarrollará en las calles de Buenos Aires, también se corría el riesgo de entregar una muestra de debilidad ante el casi seguro fracaso del quórum.

En declaraciones a la prensa, el presidente de la comisión de Legislación General Daniel Lipovetsky (PRO) confirmó que el pasado lunes hizo gestiones junto a la radical Brenda Austin con la diputada de Libres del Sur Victoria Donda, quien en representación del grupo de diputadas firmantes del proyecto de aborto legal aceptó declinar el pedido de sesión, a cambio de algunas condiciones.

«El pedido de sesión especial fue pensado antes que el Presidente de la Nación anuncie que permitirá el debate del proyecto», justificó Donda la marcha atrás en la convocatoria a sesión especial.

Entre los exigencias formuladas a Lipovetsky y Austin, la legisladora opositora reclamó que el proyecto comience a debatirse inmediatamente después de la Asamblea Legislativa que encabezará Mauricio Macri y, en segundo lugar, pidió que la comisión de cabecera sea Legislación General (conducida por Lipovetsky, a favor de la despenalización) y no Salud, quien tiene al frente a la macrista Carmen Polledo.

Teme que si el debate fuera conducido Polledo, quien es una declarada partidaria de la postura «pro-vida», podrían producirse maniobras dilatorias para empantanar el tratamiento.

La legisladora de centroizquierda también pidió que el proyecto tenga los mismos giros que las iniciativas de aborto legal presentadas en años anteriores (Legislación General, Legislación Penal, Salud y Familia), sin sumar nuevas comisiones que hagan más engorroso el trámite.

«Esperamos que el proyecto sea girado a las mismas comisiones que se les viene asignando hace 12 años y que no se agregue la Comisión de Presupuesto como se está diciendo, pues ello sería un claro gesto de utilización política de un tema tan sensible como es la clandestinidad del aborto que se cobra la vida de más de cien mujeres por año», advirtió.

Lipovetsky se mostró de acuerdo con los pedidos de Donda y se comprometió a elevarlos al presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, quien tiene la última palabra. .

«Nos comprometimos a poner rápidamente en tratamiento el tema, con reuniones informativas en marzo. Mi idea es hacer plenario de comisiones, para no perder tiempo. Creemos que el debate podría extenderse por dos meses. Y me parece lógico mantener los mismos giros teniendo en cuenta que el proyecto presentado es muy parecido al presentado hace dos años», expresó en declaraciones a esta agencia.

En tanto, rechazó la hipótesis de que si la comisión de cabecera designada por Monzó fuera Salud, la velocidad que se le imprimiría al debate sería más lento.

«Más allá del simbolismo, desde el punto de vista práctico es lo mismo porque vamos a tener una agenda cordada entre todos las comisiones que participan y vamos a respetar todas las visiones», aclaró.

El legislador del PRO señaló también que en el interbloque Cambiemos las visiones sobre el tema están «muy divididas al igual que en la sociedad» y acotó que «hay muchos diputados que todavía no formaron una opinión», por lo que anticipó una «votación muy pareja» en el recinto.

Pese a declinar el pedido de sesión especial, la mesa chica de diputadas que impulsan el proyecto de despenalización prepara una acción de fuerte contenido simbólico dentro del Congreso para el 8M, que podría ser un «pañuelazo» en el recinto, para sintonizar con el reclamo del colectivo de mujeres que se convocará en las calles en ocasión del Paro Internacional de Mujeres.

Preocupados ante el avance en el Congreso del debate sobre el aborto, los diputados puntanos de Unidad Justicialista, el bloque que responde a los hermanos Rodríguez Saá, anunció la presentación de un proyecto que plantea implementar una consulta popular no vinculante en todo el territorio nacional, con el objetivo de que la discusión incorpore una impronta más federal y no quede restringida al microclima de la Ciudad de Buenos Aires.

 

NA.