Otro puente que está en el aire

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Así como el segundo puente sobre el río Paraná, destinado a ofrecer otra conexión vial entre Corrientes y Chaco, aparece postergado en la consideración del Gobierno nacional y por lo tanto desprovisto de recursos oficiales que garanticen el avance del proyecto en lo inmediato, otra obra de infraestructura de mediana envergadura y mayor urgencia para el interior de la provincia de Corrientes está ausente del Presupuesto Nacional correspondiente al año 2018.

Se trata del nuevo puente sobre el arroyo Guazú, en la Ruta Nacional 12, lo que permitirá restablecer y consolidar un vínculo terrestre entre los departamentos de Goya y Esquina. La obra fue licitada, ya se conocen las ofertas de dos empresas interesadas, pero todavía no fue adjudicada. Lo más curioso es que en el Presupuesto Nacional no está contemplada su ejecución. ¿Habrá dinero disponible para hacer el trabajo? Pronto se sabrá.

Por el momento no hay novedades del proceso licitatorio. El llamado se hizo a principio de octubre y los sobres con las ofertas se abrieron el 6 de noviembre pasado, en ese momento dijeron que lo resolverían en el corto plazo, tal vez en un mes, algunos incluso llegaron a hablar de semanas, otros de días. Transcurrieron casi 60 días y no hay señales de la adjudicación de la obra. En la página de la Dirección de Vialidad Nacional consignan que la Licitación Pública Nacional Nº 97 se encuentra en estado: “evaluación de ofertas”. Pues bien, corresponde recordar que se presentaron dos empresas: 1) Premoldeados San Luis SA, que propuso hacer el trabajo por un monto de $94.841 millones; 2) Empresa Constructora Argentina de Servicios SA, que ofertó $229 millones con una variante menor de $186 millones. El presupuesto oficial se fijó en $94.936 millones de pesos. Según el pliego, la obra consistirá en la construcción de un viaducto de 240 metros de largo y 14,50 de ancho, con fundación sobre pilotes excavados in situ. El plazo de ejecución se estableció en diez meses a partir de la firma del contrato de adjudicación, lo que todavía no ocurrió ni se sabe cuándo podría ocurrir.

Ya pasaron dos meses de la apertura de sobres y todavía continúa la “evaluación”. No es descabellado pensar que este proceso se extienda todo el verano, a propósito de las vacaciones.

El problema más urgente ya se solucionó con una salida provisoria, luego de seis meses se instalaron una serie de puentes Bailey sobre el arroyo y se restableció la circulación vehicular. Así las cosas, la obra definitiva bien podría demorarse más de lo previsto. En el Presupuesto Nacional no hay ninguna pista de cómo financiarán ese trabajo. Hay partidas asignadas para otros puentes en la Ruta 12: el del arroyo Baí, el Iribú Cuá, el Santa Lucía, el Santa María, todos con cifras muy modestas que se completarían en 2019, según dice la ley recientemente aprobada en el Congreso de la Nación.

El que no aparece por ningún lado es el puente sobre el arroyo Guazú. Puede ser un yerro de este diario, quizás esté oculto en algún ítem, pero formalmente no está consignada su ejecución en el presente ejercicio, por lo menos no en el capítulo referido al Ministerio de Transporte (encargado de este tipo de obras) y la Dirección de Vialidad Nacional. ¿Lo harán por otro conducto? Son $94 millones, debería estar pautado.

Como contrapartida, el Presupuesto Nacional estipula $900 mil para el puente del arroyo Baí; $1 millón para el Iribú Cuá; $1,3 millón para el puente del arroyo Santa Lucía, y finalmente $900 mil para el Santa María. Poca plata para construir, pero al menos figura en los papeles. Sucede lo mismo con el segundo puente Corrientes-Chaco, que tiene un presupuesto simbólico de $1 millón para este año. Es claramente insuficiente, pero está mencionado. La obra sobre el arroyo Guazú directamente no aparece.

Fuente diario Norte