El país se ubica en el puesto 66 de 81 naciones evaluadas, evidenciando un deterioro en la calidad educativa. A pesar de la pandemia, los resultados revelan un estancamiento en el desempeño de los alumnos argentinos en comparación con ediciones anteriores. ¿Qué factores inciden en esta situación?
En las últimas horas, se han divulgado los resultados de la prueba PISA correspondientes a la edición del año 2022, evidenciando un preocupante deterioro en el sistema educativo argentino. El país se posicionó en el puesto 66 de 81 naciones evaluadas, subrayando que el desempeño de los alumnos sigue siendo uno de los más bajos, no solo a nivel mundial sino también en el contexto sudamericano.
Los datos revelan que los estudiantes de Brasil superaron a sus pares argentinos en diversas materias, y, sorprendentemente, incluso aquellos de Perú, que ocupaban una posición inferior previamente, presentan ahora un rendimiento superior. En comparación con los líderes regionales como Chile y Uruguay, la brecha es aún más pronunciada.
En cuanto a las habilidades académicas, las cifras son alarmantes: el 73% de los alumnos argentinos no puede resolver un cálculo matemático básico acorde a su edad. En el ámbito de la Lengua, más de la mitad (55%) no logra identificar la idea principal en un texto de extensión moderada ni puede encontrar información basada en criterios explícitos, ni reflexionar sobre el propósito y la forma de los textos.
Estos resultados adquieren una dimensión más significativa al considerar que esta edición de la prueba PISA es la primera realizada después de la pandemia, permitiendo evaluar en cierta medida el impacto del cierre de las escuelas. Sorprendentemente, mientras que el promedio de rendimiento de los países descendió notoriamente tras la pandemia, Argentina apenas experimentó un leve deterioro en comparación con 2018: bajó 2 puntos en Matemáticas, 1 en Lectura y aumentó 2 en Ciencias.
Esta paradoja plantea interrogantes sobre qué factores inciden más significativamente en el rendimiento de los alumnos argentinos, cuestionando si la experiencia escolar es el único determinante de su mejora en Matemáticas y Lengua. La situación actual representa un desafío crucial para el sistema educativo del país.