La denuncia de la rectora de un colegio privado de la Capital causó revuelo en la comunidad educativa. Un alumno de 17 años asistió a clases con un arma de fuego. El adolescente fue contenido y llevado hasta una comisaría. Sin embargo, un misterioso mensaje en su estado de Whatsapp y las versiones de que era víctima de bullying por parte de sus compañeros, despertaron las alarmas entre los tutores.
Todo ocurrió en horas de la siesta de ayer, en el Instituto Monseñor Roubineau. Cerca de las 14.40, la rectora de la institución ubicada por la avenida Sarmiento al 1.900 llamó a la Policía y alertó la situación. Les dijo que un alumno había ingresado al lugar con un arma de fuego.
Los oficiales de la Comisaría 3ª fueron quienes procedieron y se llevaron al adolescente. También informaron que realizaron el secuestro de un arma calibre 22 milímetros. Remarcaron que no tenía balas.
TEMOR
Tras el escándalo se viralizaron unas imágenes que causaron todavía más conmoción. Se trata de un video de menos de un minuto, filmado por el propio estudiante momentos antes de asistir al colegio.
Durante los pocos segundos que dura el material, el adolescente se mete el arma en la boca y parece hacer una amenaza. «Aquí estamos, en la despedida… Antes de las vacaciones de julio… Gracias por todo», se lo ve decir a la cámara.
A partir de ese video, se manejan dos versiones. La primera, que el jovencito advierte que pretende atentar contra sí mismo. La otra, que se trata de una amenaza para sus compañeros. En cualquiera de los casos, lo que motivó esta repentina reacción sería que el adolescente es víctima de bullying.
El colegio emitió un comunicado «a fin de llevar tranquilidad, ante trascendidos de la portación de un arma de fuego por parte de un alumno, en horas de la tarde».
«Queremos informarles que se ha procedido conforme al protocolo de actuación que activó la institución, en forma inmediata», mencionaron.
«Advertida la situación, el alumno fue retirado del curso. Se intentó establecer comunicación con sus tutores y se dio aviso a la Policía y al Fiscal», agregan.
«El estudiante fue retirado del establecimiento, mientras se sigue trabajando en el caso, para determinar las medidas que se adoptarán tras lo ocurrido. En todo momento, participaron profesionales del Gabinete de Acompañamiento Escolar», cierran.
Comunicado de la Policía
Tras la difusión del hecho que encendió las alarmas entre los tutores del Instituto Roubineau, la Policía emitió un comunicado con detalles de lo ocurrido. En el escrito mencionan que el arma de fuego no contenía proyectiles, a diferencia de lo que circuló a través de las redes.
«Hoy, cerca de las 14.40, efectivos policiales de la Comisaria 3ª habrían sido alertados por parte de la Rectora del Instituto Monseñor Roubineau, ubicado por avenida Sarmiento 1.971, que un alumno habría ingresado con un arma de fuego», comenzaron explicando.
«Ante tal circunstancia y con la premura del caso en forma inmediata se dirigieron al lugar donde, bajo las formalidades legales, procedieron al secuestro preventivo de un revólver calibre 22 milímetros largo, sin proyectiles, y la demora de un menor de 17 años, quien junto al elemento secuestrado fue trasladado hasta la citada dependencia, donde actualmente se llevan las diligencias respectivas e instruye en colaboración con la unidad fiscal en turno, de oficio por supuesta tenencia de arma de fuego», completaron fuentes de la Jefatura.
Alerta por las consecuencias del acoso
No fueron pocas las personas que ayer, luego de que se diera a conocer la noticia de lo ocurrido en el Instituto Roubineau, recordaron lo que ocurrió en 2004 en Carmen de Patagones, localidad al Suroeste de la provincia de Buenos Aires. En esa oportunidad, un adolescente cansado del constante acoso y violencia que sufría por parte de sus compañeros, llegó al colegio con un arma de fuego y disparó contra sus compañeros. Mató a tres e hirió a otros cinco.
La tragedia tiene la distinción de ser la primera masacre escolar (realizada por un solo individuo con un arma de fuego) registrada en América Latina.
En el caso de ayer, las palabras del jovencito de 17 años «estamos en la despedida» y «Antes de las vacaciones de julio», reavivaron el temor por lo que pudo haber ocurrido si el arma que llevó hubiera estado cargada.
En cuanto a si se trata o no de un hecho motivado por el bullying, ni el colegio ni las autoridades del Ministerio de Educación de la Provincia se expidieron al respecto. Ayer, al cierre de esta edición, no hubo ningún comunicado o información difundida por la Dirección de Servicios Educativos de Prevención y Apoyo