La dura interna del Frente de Todos empezó a impactar en el interbloque del Senado, donde un grupo de cuatro legisladores decidió abrirse de la bancada oficialista y armar un espacio propio donde tendrán fuerte injerencia los gobernadores de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, y de Córdoba, Juan Schiaretti, y le complicará el quórum al kirchnerismo.
El riesgo de una ruptura en el interbloque oficialista de la Cámara que preside Cristina Kirchner no era nuevo: hubo amenaza de rebelión en 2021 y en 2022, después de que la votación dividida frente al acuerdo con el FMI. Sin embargo, esta vez se concretó y, para colmo, un día antes de la sesión preparatoria en la que se eligen a las autoridades del Senado.
Los senadores del Frente de Todos Edgardo Kueider (Entre Ríos), Guillermo Snopek (Jujuy), Carlos «Camau» Espínola (Corrientes) y María Eugenia Catalfamo (San Luis), que responde a Rodríguez Saá, anunciaron la creación del bloque «Unidad Federal» junto a la cordobesa Alejandra Vigo, quien no forma parte del Frente de Todos y reporta directamente a Schiaretti.
«Buscamos ser una alternativa desde donde se priorice la posibilidad de aportar a la reflexión sobre la Argentina que queremos para nosotros y las futuras generaciones, sin grietas«, afirmaron los senadores del nuevo bloque.
El gobernador de Córdoba mantuvo semanas atrás una reunión con su par de San Luis en el marco de su intento por armar un nuevo espacio político que se diferencie tanto del Frente de Todos como de Juntos por el Cambio. La ruptura de la bancada oficialista y la creación de un nuevo bloque les daría ahora más poder de fuego porque tendrán la llave del quórum.
Se rompe el Frente de Todos en el Senado: ¿qué implica para el oficialismo?
El interbloque oficialista que encabezan José Mayans y Juliana di Tullio no lograron, como esperaban, un acuerdo con los senadores descontentos para evitar la ruptura. Hasta ahora tenían 35 senadores y lograban el quórum de 37 con la ayuda de aliados como el rionegrino Alberto Weretilneck, la riojana Clara Vega y la misionera Magdalena Solari.
La pérdida de esos cuatro legisladores deja al Frente de Todos en una situación mucho más complicada. Al oficialismo no le alcanzaría con esos tres aliados y necesitaría negociar con la nueva bancada para tener quórum y poder sesionar sin depender de Juntos por el Cambio.
Además, con la ruptura, la bancada oficialista quedaría con 31 senadores propios y el principal interbloque opositor con 33, lo que lo convierte en la primera minoría. Fuentes parlamentarias señalaron que esto podría ser el centro de una fuerte discusión en el seno de la cámara, dado que Juntos por el Cambio podría reclamar más lugares en las comisiones.
«Se dijo muchas veces que se iban y nunca ocurrió«, comentó una fuente del Frente de Todos a iProfesional en las horas previas al anuncio. No obstante, en otros despachos aseguraban que esta vez las condiciones estaban dadas, básicamente por dos factores: la presencia de dos gobernadores con peso político propio y un «malestar acumulado» dentro de la bancada oficialista.
De acuerdo a esas fuentes, hay varios senadores del oficialismo que no alzan la voz ni amagan con irse pero se sienten «ninguneados» por el kirchnerismo. El clima en el bloque, caliente además por la interna nacional entre el presidente Alberto Fernández y Cristina Kirchner que afectó el rumbo del Gobierno, no es el mejor según deslizan.
¿Quiénes son los senadores que se separaron y qué rol juegan los gobernadores?
El fastidio de Snopek es conocido por sus pares. Nunca ocultó su enojo con la buena sintonía que, según él, hay entre el Gobierno nacional y el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, la cual lo complica para encarar un armado político robusto en su provincia que enfrente al radical.
Por su parte, Kueider fue uno de los más «albertistas» de la bancada aunque esa posición se morigeró con el correr del tiempo y se enfocó principalmente en los intereses de Entre Ríos dentro del Senado, mientras que Espínola siempre se movió con más independencia por no tener un jefe político directo y ser uno de los pocos peronistas con armado propio en Corrientes.
La novedad de la rebelión es Catalfamo, senadora que responde a Rodríguez Saá y que, alineada con él, ya se había diferenciado de sus compañeros el año pasado al votar en contra del proyecto de ampliación de la Corte Suprema por efecto de la pelea que existe entre el gobernador y su hermano senador, Adolfo Rodríguez Saá.
Esa pelea tiene que ver con San Luis y con las aspiraciones de Alberto Rodríguez Saá de retener el gobierno de la provincia contra su hermano, que marcha hacia la competencia con apoyo del kirchnerismo, pero la salida de Catalfamo del Frente de Todos es una consecuencia indirecta que impacta de lleno sobre el Senado.
La reunión que habían tenido Rodríguez Saá y Schiaretti, con coincidencias sobre la necesidad de armar un nuevo espacio político por afuera de «la grieta», también es sugestiva a la luz de lo que ocurre ahora en la Cámara alta, donde Vigo, esposa del gobernador cordobés, aparece como quinta protagonista.
¿Qué dijeron los senadores del nuevo bloque?
A través de un comunicado, el bloque «Unidad Federal» se presentó como «un nuevo espacio de confluencia política entre senadores y senadoras nacionales con representación en distintos distritos electorales del país» que entienden «la necesidad de construir una alternativa dentro del Senado de la Nación que responda a los nuevos desafíos que plantean nuestros territorios y que representen a las y los ciudadanos que nos eligieron a través del voto popular».
«Apostamos a la unidad, al respeto y al diálogo en pos de encontrar puntos en común, dejando de lado las retóricas petrificadas y los personalismos que tanto daño nos han hechocomo sociedad», agregaron los legisladores, en un tiro por elevación al kirchnerismo y a Juntos por el Cambio.
Los senadores señalaron además que «el actual contexto social, económico y político» obliga a «debatir, trabajar, pensar nuevas estrategias y legislar en un espacio que aporte una mirada verdaderamente federal poniendo el foco en las problemáticas diarias que atraviesan nuestras provincias; entre ellas la pobreza y el hambre que castigan a nuestros pueblos».
Una sesión en agenda
La ruptura se da mientras se organiza la sesión preparatoria que tendrá lugar este jueves a las 11:00. Allí se elegirán o ratificarán las autoridades del Senado.
Los principales cargos hoy los ocupan Claudia Ledesma (Frente de Todos) como presidenta provisional, Carolina Losada (UCR) como vicepresidenta, Maurice Closs (Frente de Todos) como vicepresidente primero y Guadalupe Tagliaferri (PRO) como vice segunda.
Pero el oficialismo, además, quiere convocar a una sesión especial para después de la preparatoria con el fin de aprobar alguno de los 27 proyectos que el Presidente propuso para las sesiones extraordinarias.
En el temario tentativo figura la llamada «Ley Lucio» sobre capacitación a docentes y médicos para prevenir y denunciar el maltrato infantil y también la ley de «Alcohol 0», sobre la cual hay más dudas que certezas debido a que lo senadores de provincias vitivinícolas proponen modifcar la media sanción que llegó de Diputados.
Para tener quórum, el oficialismo necesita asistencia perfecta de sus senadores y la ayuda de otros espacios. La ruptura del Frente de Todos condiciona ahora esa posibilidad.
Fuente IProfesional