La ministra de Trabajo, Raquel Kelly Olmos, analizó el avance de las negociaciones salariales en un año de alta inflación y descartó que la economía atraviese un proceso de inflación descontrolada. “Si uno analiza los incrementos ya establecidos en las paritarias que se cerraron en las revisiones del año pasado, el promedio de las más significativas en la cantidad de de trabajadores que abarcan, daba para este mes un incremento de 6,5%”, detalló.
“Teníamos una expectativa de mayor recomposición. Lo que hemos logrado es una capacidad de adelantarnos al índice de inflación mensual que se ha dado en enero. No hay un retraso en función de las paritarias vigentes. Estamos en un rango de entre 5% y 6%”, agregó.
Como había hecho ayer en otra entrevista, ministra remarcó que el Gobierno ratifica la meta anual de 60%, pero advirtió que no es algo que se puede procesar con exactitud matemática. “Estamos trabajando todos para alcanzar el objetivo. Se hace sobre la base de la confianza que genera la conducta que ha tenido el Gobierno en esta materia. El año pasado, cuando se disparó la inflación, fue e propio Gobierno que convocó a las partes para revisar los números”, dijo en declaraciones a CNN Radio.
Olmos aseguró que el Gobierno no tiene como objetivo que el salario sea el el ancla inflacionaria. “Se trabaja con el diálogo tripartito; hay intereses divergentes que se expresan en conflicto, pero mayoritariamente se ha organizado en base a acuerdos”, opinó.
“Los aumentos no se otorgan desde el Gobierno; se negocian por las partes está el gremio y las cámaras del sector que evalúan hasta donde es posible y se converge a un acuerdo. No es un proceso lineal sino de ardua negociación, las paritarias que existen en la Argentina no existen en otras partes del mundo”, aclaró. Consultada sobre los plazos de las negociaciones dijo que se pueden poner revisiones más acotadas en el tiempo, algo que no cambia el rumbo.
“La inflación en Argentina no es descontrolada -enfatizó la ministra-, tiene procesos que son especialmente difíciles en un contexto cultural donde la inflación está muy incorporada. La gran destrucción de la capacidad adquisitiva se dio durante la gestión del macrismo. En tres de los cuatro años del Gobierno anterior se deterioró la cantidad de empleo y se demolió la capacidad adquisitiva de los salarios”, advirtió.
La ministra aseguró que en 2021 y 2022 se recuperó empleo formal. “Hoy tenemos un récord de 13 millones de trabajadores con empleo registrado y también tenemos una cantidad de trabajadores informales a los cuales el salario o sus ingresos le resultan muy insuficientes y que el Estado acompaña con la AUH, la tarjeta Alimentar e incluso con el programa Potenciar”, enumeró.
“No hay un retraso en función de las paritarias vigentes. Estamos en un rango de entre 5% y 6%” (Olmos)
La titular de la cartera de Trabajo señaló que la inflación heredada por el Gobierno de Alberto Fernández fue del 54% y que el 94,8% de inflación de 2022 es un incremento del 80 por ciento. “Si uno ve lo que ha pasado en los países centrales, como consecuencia de pospandemia y la guerra que impactó sobre alimentos y combustibles, tuvieron incrementos de 800% a 600% y nuestra base implica una condición que hay que quebrar. Esa condición hay que quebrarla, no se puede convivir mucho tiempo con alta inflación”, aseguró.
Finalmente, la ministra subrayó que el Gobierno está trabajando para que la inflación descienda. “No lo podemos hacer con un shock porque eso significaría un gran deterioro sobre los sectores más humildes. Lo tenemos que hacer en base a un gradualismo con factores internos y externos”, dijo. Entre los factores externos, señaló como ejemplos a la sequía que afecta la disponibilidad de divisas y el aumento de las tasa de interés en los países centrales.
Fuentes infobae