El presidente de Brasil, Luis Inácio Lula Da Silva, decretó la intervención federal de Brasilia para que actúen fuerzas de seguridad y miliares hasta el próximo 31 de enero para que actúen fuerzas de seguridad y militares hasta el próximo 31 de enero, mientras que garantizó que todos los responsables de lo que calificó como una «barbarie» contra la democracia, a los que llamó «fascistas», serán castigados.
El decreto implica que las fuerzas federales «pueden actuar» para preservar la seguridad en Brasilia.
«Quien haya hecho esto será encontrado y castigado. La democracia garantiza el derecho a la libre expresión, pero también exige que las personas respeten las instituciones. No hay precedente en la historia del país de lo que hicieron hoy. Por eso deben ser castigados», expresó.
«Y vamos a averiguar quiénes son los financistas de los que fueron hoy a Brasilia, y todos pagarán con fuerza de ley», señaló el presidente.
Lula se manifestó de ese modo luego que centenares de militantes radicalizados tomaran las sedes de los poderes judicial, legislativo y ejecutivo (El Planalto), donde causaron destrozos.
El presidente cuestionó las actuaciones de la Policía Militar, al señalar que «algunos se encontraron guiando a los vándalos», por lo que anticipó que habrá una investigación al respecto.
Oficialismo y oposición rechazaron el ataque a las sedes de gobierno
El asalto a las sedes de gobierno en Brasil por parte de cientos de seguidores de Jair Bolsonaro fue calificado por el Gobierno argentino como un golpe contra la democracia. Desde el presidente Alberto Fernández, hasta el canciller Santiago Cafiero y diversos referentes del oficialismo salieron a repudiar las acciones de una parte de la oposición brasileña que sigue sin reconocer al flamante mandario Luiz Inácio Lula da Silva. Del lado de la oposición, el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta fue el primero en sumarse a estos rechazos
«La democracia es el único sistema político que garantiza libertades y nos obliga a respetar el veredicto popular», encabezó Fernández un hilo de Twitter poco después de las 17 cuando las imágenes de cientos de personas invadiendo el Congreso de Brasil se multiplicaban a través de las redes sociales. También avanzaron sobre el edificio del Planalto, la sede del Ejecutivo brasileño,
«Quienes intentan desoír la voluntad de las mayorías, atentan contra la democracia y merecen no solo la sanción legal que corresponda, sino también el rechazo absoluto de la comunidad internacional», añadió Fernández desde Chapadmalal, donde pasa unos días tenía pensado descansar unos días, luego de su paso por Mar del Plata el viernes pasado.
La Presidencia Pro Tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), también se apuró a manifestar su «respaldo» al Gobierno del mandatario brasileño Lula Da Silva, ante los intentos golpistas de adeptos al exjefe de Estado Jair Bolsonaro. Desde su cuenta de Twitter, añadió que «rechaza las acciones violentas contra las instituciones democráticas brasileñas».
Por su parte, el canciller Santiago Cafiero expresó su «solidaridad» con el presidente Lula da Silva en «defensa de la democracia» en Brasil ante los intentos golpistas y las manifestaciones violentas de los seguidores del exmandatario Jair Bolsonaro. «Frente a las acciones golpistas de la derecha en Brasil, manifestamos nuestra solidaridad con Lula«, dijo Cafiero. Sumó: «Alzamos la voz en defensa de la democracia brasileña».
El ministro de Economía, Sergio Massa, repudió «enérgicamente» en las redes «los actos de violencia y el asalto a las instituciones democráticas en Brasil» y manifestó su «solidaridad para con el gobierno y el pueblo brasileños».»Hechos como estos atentan contra la democracia y la voluntad popular», dijo Massa.
Dentro de Juntos por el Cambio, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta fue el primero en pronunciarse sobre los episodios de violencia en el vecino país. Mediante las redes sociales, expresó su «profunda preocupación por el asalto a las instituciones de la democracia en Brasil», luego de que seguidores del exmandatario Jair Bolsonaro invadieron este domingo el Palacio del Planalto, el Congreso Nacional y el Supremo Tribunal Federal (Corte Suprema).
Al rato, el diputado nacional radical Mario Negri también dejó sentado de forma pública su «absoluto repudio» a los intentos golpistas de los seguidores de Jair Bolsonaro en Brasil y deseó que «prevalezca el orden y la democracia» en el vecino país. «¡Espero que prevalezca el orden y la democracia en todo Brasil!», aseveró.
También el senador nacional radical Martín Lousteau expresó su «repudio absoluto al ataque a las instituciones de Brasil» y manifestó su apoyo al presidente Luis Inácio Lula da Silva. «Todo mi apoyo al presidente Lula y al pueblo brasileño en este ataque a la democracia», sostuvo Lousteau en su cuenta de Twitter.
Fuente Iprofesional