Las principales distribuidoras de electricidad todavía no recibieron los padrones con los usuarios residenciales que fueron divididos por el Gobierno en tres niveles de ingresos para poner en marcha la segmentación de subsidios con la quita de estos.
Hasta el miércoles, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (Enre) no envió el listado que especifica a qué categoría pertenece cada uno de los usuarios residenciales. Por su parte, desde la Secretaría de Energía aseguraron a principios de esta semana que la información «está a punto de salir y no pasará del 10 de septiembre».
«Es información crucial para facturar», expresaron desde una de las empresas encargadas de distribuir la electricidad. «Necesitamos identificar quiénes pertenecen al nivel 1 -de mayores ingresos y que dejarán de percibir el subsidio por completo-; quiénes se ubican en el nivel 2, así como los usuarios del nivel 3 -que mantendrán un porcentaje de subsidios con tope de consumo-«.
El miércoles 31 de agosto se publicaron los nuevos cuadros tarifarios del gas, mientras las empresas del sector eléctrico permanecen a la espera. «Por el momento estamos aplicando los cuadros tarifarios vigentes (previos a la segmentación) hasta que el Enre nos comunique los plazos para la implementación», indicaron desde una distribuidora.
«Estamos haciendo ajustes en los sistemas de facturación para estar preparados. Hay que pasar todo a la base de datos y eso lleva tiempo. Además, no sabemos de qué modo vamos a recibir la información que surge del Registro de Acceso a los Subsidios de la Energía (Rase)», puntualizaron.
Las demoras en la puesta en marcha de la segmentación tarifaria con quita de subsidios se produce en momentos en que desde la Secretaría de Energía, que conduce Flavia Royón, evalúan incrementar el porcentaje del Valor Agregado de Distribución (VAD) para Edenor y Edesur.
El VAD representa el costo medio de la prestación del servicio que surge de la inclusión de todos los costos de desarrollo e inversión en las redes de operación, mantenimiento y comercialización, sumado a una rentabilidad sobre el capital invertido.
Ese valor está congelado desde hace tiempo, por lo que las distribuidoras vienen reclamando una actualización