El acusado es un hombre de 69 años que le enviaba mensajes subidos de tono y le insistía para verse a solas. La familia lo descubrió y lo escrachó en redes.
“Mandame una foto, en bombacha quiero”, leyó horrorizada Natalia en una conversación de WhatsApp de su hermana, una joven de 29 años que tiene Síndrome de Down, y descubrió -de casualidad- que era acosada sexualmente por un remisero de confianza.
Tras una larga charla familiar, la mujer decidió radicar la denuncia en la Comisaría de la Mujer en Hurlingham y escrachar al hombre en las redes sociales. A partir de la viralización del caso, encontraron más víctimas del acosador y marcharon a su casa para reclamar respuestas.
Pedro Molina, el marido de Natalia, contó la indignación que les generó encontrarse con esas conversaciones, en las que el hombre de 69 años -identificado como Manuel Marum– instaba constantemente a mandarle fotos íntimas.
“Aunque viajaban desde el principio de la pandemia, recién en febrero consiguió el contacto de ella y le escribía continuamente. Estaba desesperado por encontrarse a solas con ella, le pedía fotos todo el tiempo”, contó Molina que también oficia de abogado de la familia.
Según el testimonio de los familiares, la joven nunca viajaba sola, sino que siempre lo hacía acompañada de su madre o de su hermana. “Él pretendía que pasaran tiempo a solas, es muy grave. Si hubiera estado sola, estaríamos hablando probablemente de una causa de abuso sexual agravado”.
Molina relata que su cuñada, al ser criada en un hogar lleno de amor, repetía continuamente “te amo” a toda persona que conociera. En ese contexto de no comprender la dimensión de sus palabras, Marum se aprovechó de su vulnerabilidad y le insistía para verse: “Se dejó llevar por una persona de confianza porque siempre lo catalogaron como una persona servicial y amorosa, pero ahí se vislumbró la asquerosidad del sujeto”.
En reiteradas ocasiones, el remisero le preguntaba dónde y con quién estaba. Si la chica respondía “con mi mamá”, él le pedía que no le contara nada porque “si se enteraba, se iba a enojar”. Pero los mensajes subían de tono: “¿Dónde podemos hacerlo?”.
Cuando estos chats salieron a la luz, Natalia llamó al acosador de su hermana y lo enfrentó. A lo que él respondió: “Yo le seguía la corriente. Te pido por favor que quede ahí y no lo publiques”.
En ese sentido, Molina expresó: “El sujeto reconoce el error cometido, confirma que los mensajes fueron escritos por él. Sabía lo que estaba haciendo y consideramos que puede discernir entre el bien y el mal. Por eso, le pedía a mi cuñada que no le contara nada. Realmente quiero destacar el valor de mi mujer, los ovarios que tuvo, para denunciar y desenmascarar a este muchacho”.
Para tener pruebas, grabaron la llamada y la difundieron en redes sociales. La aberrante conversación se llenó de comentarios y, con ellos, aparecieron algunas víctimas del acosador. Una de ellas es una joven -al momento del hecho era menor de edad- que volvía de una fiesta de egresados y a la que Marum manoseó en el fondo de una combi.
“Nos han llegado casos de menores y de otras mujeres que sufrieron, pero que la mayoría evitó hacer la denuncia por falta de pruebas. Pero nosotros queremos demostrar que denunciando se llega a tener justicia”, remarcó Molina.
El cuñado y abogado detalló que el acusado fue notificado esta mañana en su domicilio, pero que luego no regresó y que hay peligro de fuga.
Es por ese motivo que este miércoles ratificarán la denuncia y exigirán su detención. “Tenemos las decenas de capturas y los audios donde afirma que él escribió todo. Ahora esperemos que efectivamente quede detenido por corrupción de menores o grooming porque es grave lo que hacía”.