Un hombre de 49 años fue detenido por el presunto abuso sexual de una menor de 14 años, pero luego, la Fiscalía N°10 lo dejó en libertad y dispuso una restricción de acercamiento. Los vecinos indignados, se reunieron ayer e invadieron la casa del acusado para llevarlo nuevamente ante la Justicia.
Todo comenzó con la denuncia de una mujer de 31 años que, el pasado jueves, volvía a su casa en el barrio Zampa después del trabajo, para encontrarse con su hija. Al entrar a su domicilio, la mujer vio salir del baño a su vecino que, sin mediar palabras, salió corriendo.
Inmediatamente detrás del hombre de 49 años, apareció la nena de 14 a hablar con su madre, pero sin explicar mucho. La adolescente explicó que el vecino fue a ayudarla con un enchufe, pero cuando se le preguntó a él, éste dijo haber ido a arreglar unas cañerías.
Más tarde llegó la abuela para hablar con su nieta respecto de lo que había pasado y la menor le confesó que el hombre “había tocado sus partes íntimas”, según consiga el parte policial.
La madre notificó todo lo manifestado en una denuncia realizada en la comisaría Quinta de Resistencia, quienes finalmente detuvieron al hombre tras la orden de la Fiscalía.
Sin embargo, ayer, la Justicia dispuso que el presunto abusador sea notificado en “prohibición de acercamiento”, concediéndole de esta manera la libertad. Algo que enojó a los vecinos que decidieron tomar cartas en el asunto.
Al enterarse de la resolución de la Fiscalía N° 10, decidieron reunirse en la casa del sospechoso esa misma noche y entraron a la fuerza.
Mientras tanto, el sospechoso se había escondido en el baño y los efectivos entraron a sacarlo de ahí y llevarlo nuevamente con el fiscal, aunque en esta oportunidad acudieron a la Fiscalía N°13 que dispuso nuevamente la aprehensión del hombre.
En tanto, según indica el reporte policial, esta mañana un llamado anónimo alertó a los policías de la Quinta que en la casa del presunto abusador había un revólver. Los agentes fueron a corroborar lo denunciado, a la casa del acusado ubicada en Haití y calle 10, donde volvieron a toparse con los vecinos nuevamente exaltados.
Después de pasar esa barrera, los efectivos entraron al domicilio y en una de las habitaciones, corroboraron que la información dada por la informante era cierta: había un revólver calibre 38 y un cartucho que secuestraron.
Finalmente, el arma quedó como material de investigación, así como los testimonios de los involucrados, el de la víctima, el de los vecinos y el del acusado.