La actual titular del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), Victoria Donda, fue denunciada el viernes ante la Cámara Federal porteña por el presunto delito de defraudación contra la Administración Pública, en grado de tentativa. La acusan de haberle ofrecido resarcir a su ex empleada doméstica con un plan social y un cargo en el Estado para esa mujer o su hermana, según consta en la copia de esa denuncia que obtuvo La Nación.
La denuncia la radicó su exempleada doméstica, Arminda Banda Oxa, de nacionalidad boliviana, quien trabajó para Donda hasta 2020, cuando ya en plena pandemia le planteó a la funcionaria pública que necesitaba regularizar su situación previsional para acceder a una jubilación y habría recibido como respuesta, de acuerdo a la denuncia penal, la oferta de un cargo público y un plan social.
Consultada por el diario La Nacón, Donda confirmó que Banda Oxa trabajó primero para su madre -desde 2009- y para ella -desde 2016-, pero sostuvo que en realidad la mujer le planteó que quería dejar de trabajar por problemas de salud de un hermano, a lo cual ella le replicó que presentara su renuncia, pero para que no quedara desamparada por completo, podía ayudarla a acceder a un plan social o «un puesto como personal de maestranza en el Inadi».
En esas versiones contrapuestas, para los abogados de la exempleada doméstica, la contraoferta de Donda resultaría delictiva y acompañaron a la Justicia copias de los mensajes de texto y de voz que intercambiaron por el servicio de WhatsApp.
«Yo, por ahí, te puedo anotar en un plan, en algo por ahí podemos anotarte. Necesito que vos me digas eso: si renunciás [al empleo de servicio doméstico] porque hay que darte de baja para poder anotarte en un plan y después igual se puede pagar para que saques la jubilación. Pero yo también necesito resolver eso», le planteó Donda en uno de esos mensajes. «Entiendo también que necesites la plata», añadió. «En los planes están cobrando, más o menos, unos 10.000 pesos y la contraprestación puede ser cerca de tu casa», le explicó.
En ese intercambio, ocurrido durante los últimos días de noviembre de 2020, también constan alusiones de Donda a la opción de ofrecerle un puesto en el Estado a su exempleada doméstica o a algún familiar directo. «Decime qué querés hacer y si te puedo ayudar en algo con lo de tu hermana», le indicó. «También podemos ver un contrato en el Inadi», abundó.
Según explicó Donda, el sentido de sus palabras fue tergiversado. Por un lado, para presionarla en sede laboral para que pague una indemnización a su exempleada; por el otro, por razones políticos. «La están usando [a Banda Oxa] para molestar», indicó
«Ella no tiene ni siquiera una cuenta bancaria pero durante toda la pandemia le seguí pagando su salario sin trabajar, como correspondía, por lo que le pedí que viniera a buscar su salario y, en ese momento, fue firmando cada uno de los recibos de sueldo. De hecho, nunca presentó su renuncia, por lo que le sigo pagando su salario», indicó Donda, que reenviar dos mensajes de audio y se comprometió a enviar las copias de los recibos de sueldo en cuanto los facilitara su contadora.
VERSIONES CONTRAPUESTAS
Sin embargo, para los abogados de la exempleada, el penalista Fernando Zarabozo y el laboralista Osvaldo Barsanti, el intercambio de mensajes ameritaría la apertura de una investigación penal en contra de Donda.
«Para no hacerse cargo del monto indemnizatorio ha forzado/inducido a que [Arminda] renunciara de manera unilateral sin recibir suma alguna, ofreciéndole [Donda] la posibilidad de contar con un subsidio o un cargo en el Inadi si le enviaba la renuncia», remarcó Zarabozo, que estimó que evidenciaba «hechos de corrupción».
«Esta cadena de mensajes demuestra cómo la señora Victoria Donda utiliza la influencia y los recursos públicos que administra en el ejercicio de su función para resolver sus cuestiones particulares de su esfera privada para tratar de resolver sus incumplimientos personales como empleadora», abundó el letrado, «y para tratar de minimizar los impactos económicos que le generaría un reclamo laboral de una persona que no fue registrada regularmente desde hace muchos años».
Para Donda, eso es falso. Reafirmó que la mujer trabajó para ella durante los últimos años, que fue su empleada la que dijo que quería dejar de trabajar y que ella sólo quiso ayudarla para que no quedara «desamparada». «La están usando», insistió.
Fuente: La Nación