Como se viene realizando durante todo el año, la Ciudad de Resistencia continúa con los arduos controles y fiscalizaciones de obras, con el principal objetivo de poder detectar aquellas que no cuentan con los permisos de construcción correspondientes. «La actual gestión municipal está a favor de la construcción, pero siempre respetando la normativa vigente, que resulta fundamental para poder lograr una Ciudad mucho más equitativa, ambientalmente sustentable y amigable para todos los vecinos y vecinas», aseveró el secretario de Planificación, Infraestructura y Ambiente, Guillermo Monzón.
En este sentido, el funcionario explicó que toda obra que no cuente con los permisos es considerada por el Municipio como clandestina, por lo que automáticamente se instrumenta el emplazamiento o paralización de la misma, aplicándose la multa pertinente para que se presente la documentación técnica necesaria para habilitar la construcción. «En lo que va del año se llevaron adelante más de mil intervenciones de emplazamiento y paralización de obras, algo que deriva del desconocimiento del vecino sobre los requisitos necesarios para poder avanzar con una construcción o por querer evitar la documentación necesaria para recibir la habilitación municipal», resaltó.
Monzón manifestó que muchos vecinos y vecinas tienen el concepto erróneo de que este tipo de trámites para la presentación de la documentación se torna extenso o complicado, por lo que destacó que es necesario que todos los propietarios o inversores de Resistencia cumplan con los requisitos obligatorios para el inicio de obra estipulados por la normativa vigente del Código de Planeamiento Urbano, del Código Ambiental y de relevamiento general de la construcción que permiten avanzar con una Ciudad mucho más ordenada y que no vaya en detrimento de los espacios comunes. «El vecino debe presentar la documentación a través de un profesional técnico, ya sea arquitecto, ingeniero o maestro mayor de obra, para justamente evitar situaciones de irregularidad», agregó.
El Secretario resaltó que el objetivo primordial impulsado por el intendente Gustavo Martínez es lograr una formalización de la Ciudad, a través del respeto a la normativa vigente, que permita un crecimiento sustentable con mayor calidad de vida e ir en busca de un hábitat mucho mejor y amigable para los vecinos y vecinas. Es por eso que el funcionario municipal explicó que resulta fundamental avanzar con estos controles para que se respeten las alturas permitidas, las superficies de impermeabilización o de construcciones en cada uno de los lotes, qué sectores se encuentran habilitados para cada tipo de construcción y las protecciones de las áreas de ribera y bordes de laguna en zonas bajas. «Todo está marcado por el Código de Planeamiento Urbano, pero muchas veces no es respetado por los vecinos», expresó.
SISTEMA DE OBRAS ACCESIBLES
Para evitar todo tipo de irregularidades y permitir la dinamización de la construcción en Resistencia, desde julio de este año se encuentra en funcionamiento del Sistema de Obras Accesibles, una valiosa herramienta para la tramitación en línea de expedientes de obras, facilitando la agilización de todos los procesos administrativos, los cuales pueden ser presentados y seguidos desde un celular, una computadora o una tablet.
Monzón expresó que esta herramienta, enmarcada en el plan de gestión Ciudad Digital, está atendiendo la demanda de reducción en los procesos administrativos, que pasaron de demorar varios meses a tardar entre 15 y 30 días, dependiendo de la complejidad de la obra y del cumplimiento de la normativa vigente. Todo esto sin olvidarse de los expedientes físicos ya ingresados antes de la implementación, en que también se lograron reducir algunos plazos. «Se reducen de manera favorable los tiempos, lo que también permite un ahorro de recursos para los profesionales, propietarios e inversores», aseguró.
Además, el funcionario resaltó los proyectos de ordenanza presentados por el Ejecutivo municipal para acompañar la regularización de obras privadas no declaradas y de permisos provisorios para su ejecución, que surgieron tras una histórica demanda de los vecinos que intentan regularizar su situación y no encontraban las posibilidades económicas para poder hacerlo. «Se van a poder incluir cualquier tipo de obras hasta 1.500 metros cuadrados y, en lo que se refiere a los permisos provisorios, se amplió el tema de usos, ya que solamente la normativa vigente plantea a las viviendas unifamiliares y multifamiliares, agregando a obras comerciales, así como oficinas y policonsultorios hasta 1.500 metros cuadrados», concluyó Monzón.