La causa por el crimen de Fernando Báez Sosa avanza a la espera de la resolución sobre de la sala I de la Cámara de Apelaciones de Dolores sobre el recurso interpuesto por la defensa de los rugbiers. En tanto se supo que ocho detenidos por el asesinato se probaron tobilleras electrónicas.
El Servicio Penitenciario Bonaerense confirmó que los domicilios de los imputados son aptos para el monitoreo electrónico, en un informe entregado al juez David Mancinelli.
Hugo Tomei, abogado defensor de los acusados, había solicitado en febrero la prisión domiciliaria para todos los rugbiers, que actualmente se encuentran detenidos en el penal de Dolores desde el 30 de enero.
De todas formas, el juez Mancinelli debe aún resolver otra solicitud por la atenuación de la prisión preventiva que también presento el letrado.
Lucas Pertossi (21), Ayrton Viollaz (20), Máximo Thomsen (20), Ciro Pertossi (19), Blas Cinalli (18), Enzo Comelli (20), Luciano Pertossi (18) y Matías Benicelli (20), están acusados por la fiscal del caso, Verónica Zamboni, de ser coautores del delito de «homicidio doblemente calificado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas» en perjuicio del joven, y de las «lesiones» que sufrieron sus amigos.
Además, permanecen imputados, pero sin prisión preventiva Juan Pedro Guarino (19) y Alejo Milanesi (19), acusados de ser «partícipes necesarios» del mismo delito.
El hecho ocurrió la madrugada del sábado 18 de enero pasado frente a Le Brique, en pleno centro de Villa Gesell, cuando varios jóvenes atacaron a Fernando a la salida del boliche.
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