MACHAGAI. Ayer, por segunda vez en un par de semanas, la Policía desalojó a manifestantes que cortaban la ruta nacional 16 y varias personas resultaron heridas. Los manifestantes fueron del movimiento 27 de Octubre que lidera Camu Meza, la dirigente social de Quitilipi que hasta el miércoles estuvo detenida por una manifestación con incidentes el 12.
La manifestación de ayer se realizó bien temprano en inmediaciones de Machagai y, en consonancia con esa protesta, se desarrolló otra manifestación a la altura de Quitilipi. Las dos manifestaciones se llevaron adelante sobre la ruta nacional 16, una de estas liderada por el movimiento social 27 de Octubre que se desplegó en Machagai, y la otra a la altura de Quitilipi por el movimiento 25 de Mayo.
En Quitilipi el piquete fue liderado por Camu Meza, quien el miércoles recuperó su libertad luego de haber sido detenida tras agredir a un agente policial también en medio de una protesta.
Ayer, ya en horas de la siesta, la Policía del Chaco procedió a retirar los neumáticos que se habían colocados sobre la cinta asfáltica con el objetivo de ser quemados y oficiar como obstáculos de irrupción del tránsito. Los manifestantes denunciaron que «hubo represión». «La Policía reprimió y liberaron el corte de ruta. Ocurrió hace instantes, donde integrantes de Infantería y agentes locales, mediante el uso de balas de goma, lograron despejar la ruta, la cual se encontraba cortada desde primeras horas por el movimiento 27 de Octubre. Esto es lo que quiere el Gobierno, nuestra gente salió lesionada. Nuestras motos fueron secuestradas, pero seguiremos con la protesta para que nos las entreguen», dijo Daniel Fernández, uno de sus referentes.
Es que ante la irrupción del tránsito la Policía desalojó la ruta nacional, hubo disturbios y varios manifestantes recibieron algunas postas de goma en medio de la represión.
La criminalización
de la protesta caso por caso
Desde el Observatorio de Conflictos Sociales, que depende de la Unne, entienden que «este proceso se enmarca dentro una estrategia general que el poder estatal pone en marcha para controlar mediante la violencia la conflictividad social que se expresa a través de los hechos de protesta. Hacemos un llamado de atención a las organizaciones sociales, sindicales y políticas en la provincia ante el despliegue de una estrategia que, bajo la apariencia del dialogismo, solapa la violencia estatal de la represión policial y la persecución judicial». Así realizó un informe en el que documentó seis casos de represión en los primeros dos meses de gobierno de Jorge Capitanich.
1. El 12 de diciembre la Policía desalojó a distintas organizaciones provenientes de Quitilipi que intentaban instalar una carpa de protesta en la vereda de Casa de Gobierno; fueron detenidos al menos tres personas, una de ellas menor de edad.
2. El 18 de diciembre, cuatro trabajadoras contratadas del Programa Expertos del Ministerio de Salud fueron golpeadas y detenidas cuando reclamaban su pase a planta en el octavo piso de Casa de Gobierno.
3. El 19 de diciembre se produjo otra represión frente a Casa de Gobierno., esta vez contra integrantes del Movimiento de Trabajadores Excluidos y de la Central de Trabajadores de la Economía Popular. Además de varios heridos con balas de goma, hubo cinco personas detenidas.
4. El 15 de enero la represión se trasladó a Quitilipi, donde integrantes del MTD 25 de Mayo fueron violentamente desalojado cuando se instalaron en los pasillos del municipio.
5. El 29 de enero, manifestantes que reclamaban viviendas frente al barrio Toba fueron desalojados de la ruta 11.
6. Finalmente, el 12 de febrero último hubo una nueva represión en Quitilipi contra el MTD 25 de Mayo. Esta vez, la Policía desalojó un acampe que la organización realizaba en la ruta 16 y la Justicia ordenó la captura de sus dirigentes.
«Este hecho evidencia el ensañamiento represivo contra una organización y resulta particularmente grave debido a la judicialización de la protesta», advirtió el Observatorio de Conflictos Sociales del Nordeste Argentino (Ocso-NEA).
Fuente la voz del chaco