El final del año también implicó que concluya la disposición del Ejecutivo nacional de quitar el Impuesto al Valor Agregado a alimentos de la canasta básica o finalicen acuerdos con algunos sectores que iban en ese sentido.Uno de ellos es el de los panaderos y afines, que iniciaron 2020 con una actualización de precios básicamente en el principal componente de la mesa de los argentinos pero también en algunos casos también en lo que hace a productos de confitería.
En este escenario, la suba llevó a que se alcanzará una cifra que hasta hace un tiempo parecía lejana pero que no marca otra cosa que las consecuencias de la devaluación de la moneda y el pan ya se abona hasta 100 pesos por kilo en algunas de sus presentaciones.
NORTE recorrió ayer panaderías y la coincidencia generalizada era que el incremento obedecía a la modificación en el esquema tributario en general y la actualización para acompañar el incremento en el costo de vida e insumos durante los últimos meses.
‘Se dieron aumentos en promedio entre 5% y 7% por la cuestión del IVA, nosotros siempre pagábamos el impuesto pero no podíamos cobrarlo, ahora volvimos a tener el 10,5% en el pan y el acuerdo que existe con el Gobierno es trasladar al mostrador un 5% de ese total‘, explica un referente del sector en la provincia.
En concreto, significa una suba que ronda entre los 5 y 10 pesos para las presentaciones de mayor demanda como el pan olímpico o francés que lleva a que se comercialice entre 80 y 85 pesos por kilo mientras que cuando el producto es del tipo viena o contiene más grasa, el kilo ya se abona 100 pesos.Consultados los referentes acerca de si existe la posibilidad de que no se den otras subas en el corto plazo, expresan que si la harina mantiene sus valores más el congelamiento de servicios públicos se puede pensar en una estabilización por unos meses.La última vez que se había intentado algo así fue durante la anterior gestión de gobierno provincial, cuando luego de la brusca devaluación de la moneda nacional tras la derrota del entonces oficialismo en la Casa Rosada, en agosto último.
En aquella ocasión se estableció una suerte de ‘pan social‘ en la que se comercializaba el producto a un precio accesible a cambio de que el Ejecutivo subsidie una parte del costo de la bolsa de harina, que se había disparado en aquel entonces.
POSICIONAMIENTOS
Todas las voces consultadas coincidían en la necesidad de modificar los valores al consumidor final, pero las diferencias aparecían si el aumento debía extenderse a todos los productos o bien si en un contexto de crisis, una época del año que es habitual que las ventas sean más bajas por las altas temperaturas y las vacaciones convenía centrarse solamente en el pan y aguardar otros tiempos para actualizar el resto.
‘Desde octubre que no teníamos un incremento, en promedio fue una suba del 7% para poder acompañar también las variaciones en todos los insumos de pastelería y otros costos‘, expresaban en una panadería céntrica. En ese sentido ubican al dulce de leche, manteca y crema pastelera, esenciales para la elaboración por ejemplo de facturas que por docena se puede llegar a pagar ahora hasta 380 pesos. Si bien ya transcurrieron las festividades de Navidad y Año Nuevo, lo que más subió en estos últimos tiempos según marcan los panaderos son las almendras. ‘A fines de 2018 podían conseguir el kilo a 400 pesos mientras que este último fin de año no bajaban de 1000 pesos, si bien los clientes se quejaban por el precio de pandulces y budines teníamos que cubrirnos para aunque sea poder salvar los costos‘, comentaban.
Los acuerdos salariales es otra de las cuestiones que deben atender por estos días los panaderos. Como toda pequeña empresa blanquean dificultades para abonar la ayuda extraordinaria de 4000 pesos dispuesta por Nación a cuenta de las nuevas negociaciones paritarias, las que se iniciarán en mayo porque tiene pactada los incrementos salariales hasta marzo próximo.