Resistencia: El Parque de la Democracia víctima de la mugre y del desinterés por la preservación del espacio público

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Las imágenes fueron capturadas por una docente que habitualmente corre por los terrenos del Parque de la Democracia. Los desechos tras una noche de diversión, amanecen al aire libre dejando expuesto un problema cultural que nos supera ampliamente: La falta de educación y el poco interés por el cuidado de los lugares públicos.

 

Este fin de semana largo, acompañado por un tiempo ideal, mantuvo a las calles de Resistencia despiertas durante las largas madrugadas del sábado, domingo y lunes. Tras estos tres días,  las secuelas quedaron al aire libre y una gran cantidad de basura arruinó el paisaje de uno de los lugares más bonitos que tiene la capital chaqueña para recrearse.

 

Por si esto fuera poco, tras la publicación en Instagram donde  expusieron el estado en el que se encontró al Parque de la Democracia, muchos jóvenes – en su mayoría menores de edad- comentaron el posteo con un alto nivel de intolerancia, burlas e insultos. Aunque también, hubo una gran repercusión en repudio a estas tristes postales.

 

“No se trata de cuestión social, se trata de educación que traen desde su casa. No cuestiono su diversión. Siempre que  salgo a correr de madrugada los finde o feriados lo veo. Hoy me pareció que había más basura que en otras oportunidades” escribió la internauta en su cuenta personal de Instagram, adjuntando estas imágenes desoladoras de una noche de fiesta pero de escasa conciencia.

 

No es la primera vez que ciudadanos de Resistencia denuncian este tipo de problemas. Nadie busca la prohibición de la diversión libre en las noches resistencianas pero quienes eligen al Parque de la Democracia como lugar para pasar una jornada nocturna, no toman conciencia del daño social que provocan al dejar abandonados sus desechos y no ser capaces de juntarlos, para luego tirarlos en los lugares acordes y destinados para tal fin.

 

Se torna preocupante el nivel de intolerancia que los jóvenes – sobre todo menores entre 16 y 17 años – manejan ante este tipo de situaciones. Su poca capacidad de sentido común, respeto y educación, les impide darse cuenta que no cuesta nada juntar las botellas, latas y bolsas de hielo que consumieron, para luego tirarlas en algún basurero de la ciudad o tacho de basura de sus propias casas. Definitivamente, el desinterés social por mantener limpia nuestra ciudad golpea fuerte en un gran sector juvenil.

 

 

 

 

 

Diario21.tv