Alberto Fernández, quien asumirá el cargo de presidente de la República Argentina, el próximo 10 de diciembre, ya dio a conocer cuál es una de sus principales iniciativas: enviar un “proyecto de ley” al Congreso para conseguir la despenalización del aborto, en el país.
Durante su campaña, Fernández había mostrado una postura clara al respecto del aborto, a la cual trató como un “problema de salud pública que debemos resolver”.
Si bien, el futuro presidente se califica como “un activista de ponerle fin a la penalización” de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), acepta que no depende de su voluntad, por lo que enviará el proyecto a debate en el Congreso.
En ese marco espera “que el debate no sea una disputa entre progresistas y conservadores, entre revolucionarios y retrógrados”, sino que pide “encarar el tema de otro modo” porque “no se puede convertir en un elemento de disputa» entre diferentes sectores de la sociedad.
Sobre la postura religiosa respecto a la interrupción voluntaria del embarazo, Fernández opinó: “Debemos respetar tanto a la mujer que siente que es un derecho sobre su cuerpo como a la mujer que siente que Dios no le permite hacerlo. Y cuando uno despenaliza y legaliza el aborto no lo hace obligatorio. Por lo tanto, el que sigue teniendo la convicción de que Dios no lo permite que no lo haga. Y respetémoslo. Y respetemos a los otros”.
“Estoy muy convencido de lo que digo respecto de los derechos de la mujer” y remarcó que no puede “seguir condenando a mujeres”, cerró Fernández en la presentación del libro «Somos Belén», el cual tiene como protagonista a una mujer tucumana que fue presa 29 meses, tras abortar.
Sobre el plano económico para solventar los gastos de la IVE gratuita en los hospitales, Fernández aclaró que, en principio, se mantendrían las retenciones al sector minero, al petróleo y al campo.
Fuente diario datachaco