El ministro de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial, Guillermo Monzón y el presidente del Concejo de la ciudad de Resistencia, Gustavo Martínez, hicieron entrega de 21 títulos de propiedad a vecinos del barrio Villa Don Alberto. Además, otras 13 familias recibieron sus certificados de adjudicación del terreno y 66 más realizaron la firma de testimonio ante escribanos, para realizar el traspaso de los terrenos a su nombre. Para llegar a esto existe un fuerte trabajo de articulación entre diferentes áreas del estado provincial como el Instituto Provincial de Desarrollo Urbano y Vivienda (IPDUV), la Dirección de Catastro, el Registro de la Propiedad Inmueble y el Colegio de Escribanos.
«Estas vinculaciones nos facilitan todos los procesos de escrituración y titularización», explicó el ministro Monzón. «Estamos acercando el estado al barrio y estamos preparados para continuar y poder desarrollar esto con los demás vecinos a los que les falta recibir su título; esto es lo que queremos, acercar las políticas públicas al barrio», remarcó.
«Hoy creo que está demostrado que cuando hay decisión y vocación de encontrar la solución para cada uno de los vecinos, se pueden cumplir los objetivos», concluyó.
Por su parte, el presidente del Concejo, Gustavo Martínez, consideró de suma importancia seguir constituyendo una unidad de ciudad. «Por eso bregamos tanto por un proceso ordenado y planificado de ocupación del suelo, como se da ahora en este sector, donde hemos ido regularizando a partir de distintos convenios la situación de muchos que estaban habitando en forma irregular».
«Esperamos poder seguir durante los próximos cuatro años, trabajando desde la intendencia, porque conocemos los distintos sectores de la ciudad; conocemos la realidad territorial de la ciudad, el déficit que existe en materia de saneamiento parcelario y dominial y qué marco jurídico se necesita para poder regularizar cada uno de estos sectores de la ciudad y queremos tener la oportunidad porque tenemos un gran equipo de trabajo», expresó.
TRABAJAR EN FORMA CONJUNTA POR EL BENEFICIO DE LA COMUNIDAD
Respecto al convenio de trabajo que el Ministerio de Desarrollo Urbano mantiene con el Colegio de Escribanos de la provincia, la presidente del Colegio, Eda González de Cabas, detalló que en este marco de convenio se adecuaron los honorarios y se habilitó una lista de escribanos que estén dispuestos a trabajar a efectos de dar a las familias esa tranquilidad de tener su título de propiedad.
Además, destacó que el título no solo consiste en la titularidad de las tierras, sino también en la afectación al régimen de vivienda familiar, de manera tal que la vivienda está protegida y queda fuera del alcance de acreedores. «Es una seguridad para los ciudadanos que el gobierno de la provincia les otorga».
La vocal del IPDUV, Otilia Aguirre, consideró que este tipo de política es buena y se debe apostar a la participación y a escuchar al vecino para acercar lo que el estado tiene para ofrecer y resolver. «Que el vecino sienta que puede contar con ello y que cuando se van realizando las acciones vea que todo tiene que ver con un proceso donde ellos mismos participaron», detalló. «Sostenemos estas políticas de articulación, de trabajar con todos los que tienen acción en el territorio».
En referencia a la importancia del título de propiedad, el candidato a presidente del Concejo, Agustín Romero, remarcó que la seguridad jurídica que la de a uno tener un título es fundamental. «Muy admirado de todo el trabajo que se viene realizando; vamos entregando un montón de títulos y la emoción de la gente, la alegría que se siente, te hacer ver la importancia del trabajo que se viene desarrollando. Tenemos el desafío de mantener ese trabajo con la misma intensidad que se viene realizando». Finalizó.
EL ORGULLO DE DEJAR UNA HERENCIA PARA LA FAMILIA
Walter Alcides Romero hace 15 años que vive en Villa Don Alberto y para él recibir el título es todo un orgullo. «Vivíamos en la miseria porque teníamos un rancho y hoy estoy muy conforme por tener un título de mi casa. Siento orgullo de dejarles por lo menos un techo a mis hijos y que no queden en la calle», manifestó. «Cuando yo llegue el barrio no había calles, era todo monte y después empezó a levantarse el barrio que ahora es una maravilla», contó.
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