«No sé cuándo viene. Hablé con él y sé que está bien. Yo no quiero hablar nada más», aseguró portón de por medio, casi a los gritos, la madre de Raúl Antonio «El Gitano» Devias, el hombre de 50 años acusado de matar a su novia María Lourdes Arangio y descartar su cadáver en la calle Céspedes al 1900, en el barrio porteño de Colegiales, a mediados de junio. Devias está preso en el penal de Marcos Paz, pero en cualquier momento vuelve a casa: la jubilada se prepara por estas horas para recibir a su hijo tras la decisión de la Sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional que le otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria por un insólito motivo: el imputado tiene una infección, con hongos en los pies.
La decisión, cuanto menos polémica, fue de los jueces Pablo Lucero e Ignacio Rodríguez Varela, quienes resolvieron cambiar las condiciones de la detención en el penal de Marcos Paz luego de que le detectaran al preso una «micosis interdigital con erosión cutánea» que, sostienen, «sin duda puede constituir la puerta de entrada del cuadro infeccioso que presentó». Fuentes en el Servicio Penitenciario Federal (SPF) aseguran: «Nosotros no tuvimos nada que ver». Dicen que la infección es perfectamente tratable en cualquier hospital penitenciario y que no tuvieron nada que ver con lo resuelto por los camaristas.
En esta casa vivirá desde ahora el imputado
Por el momento, «El Gitano» sigue en el penal a la espera de que se resuelvan cuestiones sobre la tobillera electrónica que deberá usar dentro de la casa de sus padres, una vivienda ubicada también en la calle Céspedes, justo en frente del lugar en el que su pareja perdió la vida y donde fue descartado su cadáver.
En el barrio saben que su llegada es inminente y la noticia les cayó como un balde de agua helada. «Es insólito y, la verdad, me da miedo. Saber lo que hizo y que esté acá de vuelta, no sé qué pensar. Es que cuando pasó lo del cuerpo de la novia fue un shock. Quedamos todos los vecinos sorprendidos», dijo la inquilina de un PH que se sitúa justo al lado de la casa de paredes rojas en la que Devias vivía.
La casa del hecho: el cuerpo fue encontrado el 18 de junio pasado
«Acá estamos preocupados. No sabemos si la mató, si la piba murió por sobredosis, pero a los vecinos no nos gusta que vuelva. Yo ayer hablé con el papá y me contó que su hijo iba a volver. Sé que son señores mayores y entiendo lo que les pasó, pero no nos gusta nada que vuelva«, contó otro en el barrio que pidió especialmente no revelar su identidad.
Su miedo no es infundado. En el barrio Devias era conocido por sus antecedentes que incluyen delitos como robo, estafa y privación ilegítima de la libertad, y por las personas que lo frecuentaban. «A su casa entraba mucha, mucha gente. Antes de que encontraran el cuerpo de la chica, todos sabían que estaba metido en el tema de las drogas y muchas veces escuchamos a esta chica gritar y haciendo escándalo en la puerta«, comentó el mismo hombre.
Tras el macabro hallazgo, la Policía de la Ciudad había encontrado en la casa del «Gitano» elementos que le jugaron en contra: fragmentos de la sábana con la que fue envuelto el cuerpo, restos de líquidos cadavéricos en el suelo y sangre en una campera de tela polar. Había manchas en la cama, a pesar de que el cadáver que luego fue peritado en la Morgue Judicial no tenía ningún disparo o corte, ninguna herida traumática.
Devias enfrenta una imputación por «homicidio doblemente agravado por haber sido cometido contra su pareja y por haber mediado violencia de género» que tramita en el Juzgado N° 26 del doctor Damián Kirszenbaum, que lo llevó a la cárcel. A pesar de la calificación, vivirá junto a sus padres en la comodidad de su casa debido a la patología que presenta en los pies.
En el fallo, la Cámara argumentó su decisión en torno a «la singularidad del hecho investigado y las circunstancias extraordinarias de la conducta atribuida a Devias, las cuales aún no han sido completamente esclarecidas«.
«Me da miedo que con una simple tobillera esté rondando por la casa. Espero que lo custodien, porque es muy fácil de que se escape. Yo vivo acá desde principios de año y lo vi varias veces con la chica esta, y no se los veía bien. Ojalá que me equivoque, pero esto no me gusta nada«, reiteró la vecina del PH.
El juez Kirszenbaum, que ya había denegado un pedido de excarcelación a Devias, aseguró en esa resolución que había una «relación de poder» que él ejercía sobre la mujer en torno al consumo de sustancias e indicó que eso era lo que le impedía a la víctima abandonar al imputado y «salir del contexto de violencia en el cual se hallaba«.
Al consultar al magistrado respecto a la última decisión de la Cámara de Apelaciones, aseguraron que «lo único que puedo decir es que hay que acatar lo que dicta un tribunal superior. En todo caso, si alguna de las partes quiere apelar, la Justicia lo permite», aseguró Kirszenbaum.
La víctima fue María Lourdes Arangio
El cuerpo de María Lourdes fue encontrado la mañana del 18 de junio en un contenedor de basura sobre la calle Céspedes. Presentaba un avanzado estado de descomposición y, de acuerdo con los resultados de la autopsia, falleció entre dos y tres días antes del hallazgo, a causa de una congestión y un edema pulmonar. Horas más tarde, luego de la aparición de un video, Devias fue detenido en su casa.
Gabriel Massara, vecino y conocido del «Gitano», también fue detenido 15 días después e imputado por «encubrimiento agravado» luego de que Devias lo mencionara en una presentación por escrito donde aseguró que no era él quien fue registrado por las cámaras de seguridad arrastrando el cuerpo, sino su amigo.
El sospechoso, quien también dijo tener problemas de adicción a las drogas, admitió que hubo un «exceso de consumo» y que recién se dio cuenta de que María Lourdes estaba muerta cuando la encontró «fría» en la cama, por lo que le pidió ayuda a su vecino para deshacerse del cadáver.
No tuvo que ir demasiado lejos. Dejó el cuerpo directamente en la esquina. Arangio tenía dos hijas de 7 y 3 años, que quedaron al cuidado de su madre.
Fuente: Infobae