El chocolate es un alimento de una fama universal al que, sin embargo, se le achacado la etiqueta de no ser un buen aliado en la dieta. No obstante, este dulce presenta unas propiedades que hacen de él un alimento beneficioso, algo que se relaciona con los orígenes naturales del grano.
El elemento básico del chocolate, como todo el mundo sabe, es el cacao. El cacao puro, sin mezclar con azúcares ni aditivos, tiene componentes muy beneficiosos para el organismo. Por ejemplo, la presencia de los flavonoides, destacados por facilitar la dilatación de las arterias de nuestros riñones, lo que podría contribuir a regular el aporte de oxígeno y de nutrientes que llegan a estos órganos.
Además, el consumo de chocolate en medidas normales y con altos índices de cacao puede ayudar a la salud más de lo que a primera vista se cree. Algunos de los principales beneficios son:
Reduce el colesterol
Para que se produzca una reducción del colesterol el consumo del chocolate tiene que ser moderado. Esto se debe a que el cacao cuenta con ácido oleico, un elemento que es destacado por ayudar a bajar el colesterol.
Es un alimento saciante
Una de las principales ventajas del chocolate puro es que no es necesario comer grandes cantidades para sentirse saciado. Este alimento, además de contribuir a que nos sintamos llenos, también lleva un alto porcentaje de fibra, haciendo que con una pequeña cantidad del mismo se pueda alimentar un antojo e incluso evitar el consumo de otros alimentos más calóricos que puedan hacer subir de peso.
Alivia el estrés y es un antidepresivo natural
Otra de las principales ventajas que se atañen a este alimento está relacionada directamente con el estrés. Cuando se produce un consumo, igualmente moderado, de chocolate amargo los niveles de hormonas del estrés en el organismo se reducen significativamente, dando lugar a una mayor concentración y tranquilidad.
La razón por la que ocurre esta sensación se debe a la serotonina presente en el cacao. La serotonina es un antidepresivo natural muy potente, algo que se ve incrementado además porque el chocolate, o mejor dicho el cacao, también estimula la producción de endorfinas, es decir, las responsables de las hormonas del placer.
Aporta una gran cantidad de fibra
El chocolate negro con un alto contenido de cacao contiene una cantidad sólida de fibra soluble. Una barra de 100 gramos de chocolate de 70-85 por ciento de cacao tiene aproximadamente 11 gramos de fibra. La fibra soluble es la que ayuda a mantener el colesterol controlado, con una sensación de saciedad prolongada y es bueno para la salud digestiva.
Es bueno para la salud cardíaca
Comer chocolate negro puede reducir en parte el riesgo de enfermedad cardiovascular. Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Harvard demostró que comer chocolate cinco o más veces a la semana impacta significativamente el riesgo de enfermedad cardiovascular, aproximadamente en un 57 por ciento.
El chocolate amargo es rico en flavonoides. Estos son un antioxidante vegetal que pueden inhibir la oxidación del colesterol LDL (o colesterol “malo”), combatir la formación de coágulos sanguíneos, regular la respuesta inflamatoria de los vasos sanguíneos y controlar la presión arterial. Además, algunos tipos de flavonoide, por otro lado, también han demostrado poder inhibir tumores agente-inducidos en ratas y ratones.
Beneficioso para la piel
Tanto su consumo como incorporación en mascarillas, puede mejorar notablemente la piel gracias a dos antioxidantes: fenoles y catequinas. Estos nutrientes regeneran la piel y reducen su inflamación, lo que puede ser muy útil ante una quemadura de sol. Además humecta y suaviza la superficie dérmica, contiene antioxidantes que luchan contra los radicales libres que causan el envejecimiento, suaviza las arrugas y mejora la circulación.