Un informe elaborado por el gobierno provincial detalla que suman más de 380.000 las hectáreas que resultaron afectadas y en algunos casos hasta con pérdidas totales a raíz de la emergencia hídrica que castigó al Chaco a comienzos de año. Los registros pluviométricos superaron los valores históricos y que provocaron anegamientos en zonas urbanas y rurales.
Esta situación afectó a diversos cultivos, como girasol, algodón, maíz, sorgo y soja, entre otras variedades, algunos de los cuales estaban en etapa de cosecha, otros en pleno proceso de crecimiento y algunos a días de haberse realizado el proceso de siembra, como sucedió con la soja. El escrito fue elaborado por el Ministerio de Producción del Chaco, a través de la Dirección de Desarrollo Territorial y Agencias, área que depende de la Subsecretaría de Agricultura. El Gobierno del Chaco dispuso en forma inmediata un operativo de asistencia a los afectados, bajando a los municipios insumos básicos para atender fundamentalmente a las familias que debieron abandonar sus hogares ante el avance de las aguas.
Todas las Delegaciones del Ministerio de Producción, diseminadas a lo largo y ancho de la provincia, realizaron un trabajo en terreno para contar con una primera estimación de los productores perjudicados por esta emergencia, el grado de afectación que sufrieron los emprendimientos y qué tipo de producciones resultaron dañadas.
Emergencia por seis meses
Mientras se avanzaba con estas tareas, la provincia determinó por decreto firmado por el gobernador Domingo Peppo la Emergencia y/o Desastre Agropecuario en todo el Chaco por el término de seis meses, desde el 15 de enero al 15 de julio, prorrogable por igual término, instrumento que fue posteriormente homologado por el gobierno nacional.
Las subcomisiones zonales de emergencia, que encabezan los intendentes de cada localidad y con una activa participación de los delegados del Ministerio de Producción y técnicos de organismos como el INTA y Senasa, y entidades representativas de los productores, avanzaron con la recepción de las declaraciones juradas de los productores afectados, las que luego de ser analizadas y aprobadas, fueron elevadas para la confección de los Certificados de Emergencia, único documento válido para acceder a los beneficios establecidos en la Ley Nº 26.509.
Cultivos afectados
En el informe elaborado por los cuadros técnicos de la Dirección de Desarrollo Territorial y Agencias, área que depende de la Subsecretaría de Agricultura del Ministerio de Producción, se hace referencia a las hectáreas que se habían establecido como intención de siembra, las que fueron sembradas y cosechadas, así como las hectáreas afectadas y con pérdidas totales, abarcando a los cultivos de girasol, algodón, maíz, sorgo, soja y otros cultivos.
El subsecretario de Agricultura, ingeniero Jorge García, dijo que “estos datos sobre los daños provocados por esta emergencia, que obtuvimos a través del relevamiento que hicieron los delegados del Ministerio de Producción, son actuales, pero debemos aclarar que se van modificando cada semana y esto repercute claramente en el grado de afectación de cada cultivo”.
“Esto es muy dinámico. El tiempo hoy nos está acompañando. Muchos campos que estaban anegados hace dos semanas hoy se están recuperando y esto nos lleva muchas veces a modificar el porcentaje de los daños sufridos por los cultivos. Campos que estuvieron anegados y hoy se encuentran en condiciones normales, en algunos casos evolucionan favorablemente y hay esperanza de buena cosecha y en otros casos se confirma la afectación total y se los da por perdidos”, subrayó el subsecretario.
Finalmente, García aclaró que “en lo que respecta a pérdidas totales, los porcentajes varían de acuerdo con los cultivos, llevando la cifra mayor el algodón, con cerca de 43.000 hectáreas sobre 180.466 hectáreas sembradas, que sumadas a la superficie afectada (63.977 hectáreas), nos deja un grado de afectación final del 59,3 por ciento”.
Fuente diario norte