Macri y sus tres años de gestión

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Mauricio Macri asumió como presidente de la Nación el 10 de diciembre de 2015. Por lo tanto, mañana se cumplirán tres de los cuatro años de mandato. Tanto en el momento de asumir como durante la campaña realizó numerosas promesas que en su mayoría fueron incumplidas. Para ser más exactos, el sitio digital Chequeado, dedicado a verificar datos públicos, afirma que sólo cumplió 2 de 20 seleccionadas, 18 de ellas dichas durante el debate presidencial prebalotaje y dos elegidas por la gente en las redes sociales como las más memorables. También durante estos tres años de gestión dejó frases que en muchos casos terminarían actuando en contra. Hay cuestiones que se reconocen como positivas, como se analizará más adelante en cuanto a la fuerte lucha que viene sosteniendo contra el narcotráfico y la inserción de la Argentina en el mundo.
De acuerdo al citado sitio digital, que viene analizando al Gobierno, por tercer año consecutivo, entre las promesas incumplidas por Macri están que los trabajadores no pagarían más el Impuesto a las Ganancias; la construcción de 3.000 jardines de infantes; crear trabajo, cuidando el que existe; alcanzar la pobreza cero; bajar la inflación a un dígito e implementar la computadora en primer grado.
Entre las que se consideran demoradas de cumplimiento se citan aquellas promesas de Macri de lanzar el Plan Belgrano, con 16.000 millones de dólares de inversión en infraestructura para el Norte del país; crear una Agencia Nacional de Lucha contra el Crimen Organizado; generar un millón de créditos hipotecarios a 30 años; poner en marcha el plan de infraestructura más importante de la historia; crear una policía judicial e implementar un sistema electoral más transparente, con boleta electrónica, entre otras.
Se le reconoce como las promesas electorales cumplidas la de extender la asignación universal por hijo e incluir a los hijos de monotributistas, así como impulsar la ley del arrepentido.
En su reciente visita a Misiones, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, había destacado que el gobierno revalorizó el rol de las fuerzas de seguridad y la lucha contra el narcotráfico. Efectivamente, esto último es uno de los logros evidentes que lleva adelante la administración de Cambiemos, como lo están haciendo otras provincias como Misiones, que mantienen una lucha firme y sostenida en ese sentido.
En forma reciente,el gobierno de Macri puede ostentar haber organizado con éxito el mayor encuentro de mandatarios en el país. El G20 concretó su encuentro en Buenos Aires y al no haber ocurrido ningún incidente mayor, demostró que cuando se propone, puede brindar seguridad. Ello, además de posicionar a la Argentina ante la comunidad internacional.
Pero la alegría duró poco en Cambiemos, porque, tras conocerse un nuevo protocolo para el uso de arma de fuego por parte de las fuerzas de seguridad, se generó una interna dentro del partido gobernante. De nuevo Elisa “Lilita” Carrió se opuso y disparó por elevación contra Macri. Con el nuevo embate, la diputada le bajó la espuma rápido al G20.

Factores que preocupan
Pasaron tres años de gestión y además de las promesas incumplidas, se suman la falta de respuesta a factores más sensibles como la inflación, que se incrementó en tres años más de 150 por ciento, o la creciente pobreza y la pérdida de poder adquisitivo de todos los argentinos. El dólar pasó de 9,8 pesos el 16 de diciembre de 2015 a 38,66 pesos esta semana.
El propio Macri había dejado en claro durante el 2016 que “la inflación es perversa. Destruye no sólo el poder adquisitivo de los más débiles sino que destruye la confianza y la previsibilidad, promoviendo la especulación y la falta de información”. Fue una de sus tantas frases. Remataría con otra sentencia poco feliz, que luego se volvería en su contra: “Hace una década Argentina es uno de los países con mayor inflación del mundo”. Lo dijo en marzo 2016 y dos años después, la Argentina tiene una de las peores inflaciones del mundo, después de Venezuela.
A su vez, muchas cosas fueron ciertas, pero como afirmó el propio mandatario nacional, “pasaron cosas” y todo cambió. De haber destacado que se pasaba por un boom de crédito hipotecario, cuando en el 2017 fue el año con más créditos, se pasó ahora en diciembre que ese sea uno de los elementos de mayor preocupación para los tomadores de créditos y de acceso imposible para los trabajadores.
Lo mismo sucedió con las ventas por ejemplo de autos en este mismo año. En el primer semestre se consiguieron buenas ventas, pero cayeron hasta un 50 por ciento a principios de diciembre y todo indica que no tendría rápida recuperación.
También Macri y su equipo de los sueños, que fue mermando hasta la mitad, hablaron en términos meteorológicos para referirse a la situación económica o financiera. Afirmaron a principios de este año que se había superado la turbulencia cambiaria, cuando cada tanto el dólar se acerca al techo de 40 pesos y se sienten los efectos. Tampoco hay muestras de la lluvias de dólares y del gradualismo se pasó a un ajuste sin contemplaciones.
Aquello de “lo peor ya pasó”, dicho en marzo de este año, puede llegar a extenderse a otro marzo y los menos optimistas consideran que se viene otro trimestre -y quizás un poco más- bastante duro.

Las comparaciones
Los factores que más golpearon a todos los sectores fueron además los altos costos de los servicios, como la luz y los combustibles. Tratando de establecer un menor consumo de energía eléctrica, Macri lanzó en 2015 otras de sus frases, cargando contra la gestión anterior al plantear que los aires acondicionados fueron parte del cóctel explosivo y siniestro que inventó el Gobierno anterior.
Luego comienzan a tallar las comparaciones con el gobierno de Cristina respecto a temas como la pobreza. Se había cuestionado que el kirchnerismo dejó en los últimos cuatro años de mandato alrededor de un 30 por ciento de pobres y es justamente el mismo porcentaje que daría a conocer en los próximos días la Universidad Católica a través del respetable trabajo del Observatorio de la Deuda Social. Es decir, en tres años de mandato de Macri se asimilaría el porcentaje de pobreza al dejado por el gobierno anterior.
El dato que se tiene hasta ahora es que la pobreza aumentó y desde fines de 2015 sumó casi 5 millones de nuevos pobres. El tema no es menor si se tiene en cuenta que Macri afirmó “si cuando finalice mi gestión no bajó la pobreza, habré fracasado”. En tres años no pudo, le queda ahora sólo un año en un tiempo que estará marcado por la campaña electoral.
En ese marco, el Gobierno y especialmente los asesores parecieran estar cómodos con la polarización que se plantea con Cristina Fernández. Los últimos relevamientos dan cuenta que el electorado se divide entre votar a la ex presidenta o a Macri. Tampoco logró terminar con la grieta y para el gobierno que asuma en 2019 estará la pesada herencia de la deuda externa y los compromisos asumidos ante el Fondo Monetario Internacional.
En el laboratorio electoral de Cambiemos sueñan que el año que viene se presente Cristina y que la economía no sea el tema dominante de la campaña. Macri sin Cristina se queda sólo y los argentinos deberán evaluar su gestión.