En Puerto Eva Perón, ubicado en el límite con Formosa sobre el Río Bermejo, los habitantes no tienen agua potable ni luz. Hay postes instalados frente a las casas, pero no tienen conexión.
Ramón, de 40 años, nació y creció en esta localidad de la provincia de Chaco. Él y su familia viven del campo y sus animales, ordeñan sus vacas y tienen que consumir la leche ese mismo día porque no tienen cómo conservar los alimentos. Esta es la situación que vive desde que tiene memoria y, ahora, sus hijos también la padecen.
Las familias viven a 30 kilómetros de un pueblo donde sí tienen servicios. Ramón viaja hasta allá para buscar agua potable. También tienen que usar baldes para sacar agua del río y darles de beber a los animales, aunque es agua que está contaminada.
Una vez, cuenta la esposa, sus hijos se enfermaron por tomar agua de río. “Tuvimos que hacer un pozo”, cuenta la mujer, para conseguir agua limpia y apta para el consumo. “Es peor cuando los chicos tienen que ir a la escuela y es muy difícil carrear el agua. Hay que esperar demasiado a que la arena se asiente”, sumó.
Una vida en oscuridad
Hace “siete u ocho años” que Ramón le pidió a la municipalidad que instalaran la electricidad en la localidad. “Al otro día vinieron, trajeron los materiales”, recordó, pero la obra nunca fue terminada. “Nos manejamos con linternas”, apuntó.
La familia vive en un rancho que se vuelve inhabitable durante el día, cuando el calor alcanza “hasta 60 grados”. “Tener energía no es una riqueza, es una necesidad”, denunció la esposa de Ramón, con la voz entrecortada.
Para comer, es el mismo calvario. “Comemos como indios. Carneamos y nos comemos lo que podemos y después se pudre todo”, señaló el chaqueño.
A menos de 100 kilómetros de esta realidad, el presidente Alberto Fernández se presentó ayer en un acto con el gobernador Jorge Capitanich para inaugurar un Centro de Desarrollo Infantil (CDI), recorrer las obras de un acueducto y entregar viviendas en la localidad de Fuerte Esperanza.
La última vez que se habló de Puerto Eva Perón fue durante la pandemia, en octubre de 2020, cuando resonaron las denuncias que hicieron 26 personas que quedaron varadas en la localidad cuando intentaban cruzar a Formosa, pero las fronteras estaban cerradas por decreto.
Fuente TN