Por la suba de tasas, financiar la tarjeta de crédito se hace más caro

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La nueva suba de las tasas de interés dispuesta en las últimas horas por el Banco Central (BCRA) debido a la alta inflación puede resultar beneficiosa para los ahorristas que tengan depósitos a plazo fijo en el banco, pero el mismo tiempo significa una complicación para las familias y empresas que buscan acceder a un préstamo o bien financiar la tarjeta de crédito.

A diferencia de otras veces, en las que la autoridad monetaria fijó una suba de tasas pero contuvo el impacto en las líneas crediticias, esta vez el incremento de la tasa de referencia de la economía, que fue llevada al 75% nominal anual, sí afectará fuerte en el costo crediticio.

Con la nueva medida del Banco Central, la tasa de interés para un plazo fijo a 30 días subió a 75% anual.

Así, la tasa por financiar el pago del resumen de la tarjeta de crédito subió al 77% nominal anual, lo que en términos efectivos representa un costo financiero total de 111% en el año, incluyendo también las comisiones y los gastos administrativos que cobran los bancos.

Hay 34 puntos porcentuales de diferencia entre la tasa que cobrarán desde este viernes las tarjetas de lo que cobraban a principio de este año, informó TN.

Vale recordar que el Banco Central permitió en enero aumentar las tasas para financiar los resúmenes de hasta $200.000, que habían quedado congeladas en torno a 43% desde 2020, cuando comenzó la pandemia del coronavirus.

En tanto, los bancos venían reclamando un nuevo ajuste y ante la suba los precios de la economía, dejaron de “actualizar” los montos de los créditos disponibles, por lo que en la práctica redujeron la capacidad de compra de muchos de sus clientes.

LOS NUEVOS COSTOS PARA LOS PRÉSTAMOS PARA LAS EMPRESAS

Esta dinámica también afectará a los costos de las empresas: las tasas de los préstamos de inversión productiva será 87,5% en términos efectivos anuales mientras que para pedir un préstamo de capital de trabajo deberán pagar una tasa efectiva de 106,1%.

En lo que va del año, todas las líneas crediticias, las que apuntan a las personas y también las que financian a las empresas, se contraen respecto del aumento de la inflación. Desde diciembre de 2021, los préstamos en pesos se redujeron 8,5% con relación al aumento de los precios y los economistas advierten que no hay razones en el corto plazo para que repunten.