La secretaria general de AMET Nacional, Sara García, advirtió que «el ajuste dispuesto por el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, afecta gravemente a la educación pública en tanto priva a miles de niños y adolescentes argentinos de una mejor infraestructura, de material didáctico y de herramientas digitales indispensables para impartir conocimientos«.
Ayer se conoció la noticia de que la llegada de Gabriel Rubinstein al Ministerio de Economía comenzó con un recorte en los gastos del Presupuesto Nacional en áreas sensibles como lo son Educación y Salud y que el recorte es por $128 mil millones afectando a las provincias.
En relación a los anuncios García dijo que «en las últimas horas hemos corroborado con profundo desagrado la noticia de que se ordenó un recorte de 70.000 millones de pesos que estaban destinados al Ministerio de Educación para financiar mejoras edilicias en distintos establecimientos y adquisición de computadoras, razón por la cual repudiamos esta decisión absolutamente contraria a las necesidades de la comunidad educativa».
Sara García señaló que «como gremio representativo de los docentes rechazamos de plano esta medida de corte economicista que solamente contempla metas macroeconómicas sin mirar las consecuencias sumamente perjudiciales que padecerá el sistema de educación pública, al que deberían proteger como lo que es: la principal herramienta para el crecimiento y el desarrollo de nuestro país».
«Formar, educar, preparar para el futuro a niños y jóvenes tiene un fin que es elevar la calidad de vida de la sociedad en su conjunto. Y en este momento atentan contra esta finalidad mediante un ajuste al que consideramos insensible e innecesario, por cuanto los recursos que restan al presupuesto educativo podrían fácilmente obtenerse de otros sectores socialmente menos gravitantes«, apuntó García.
«Mientras les quitan a las escuelas públicas, perduran los privilegios de los que gozan funcionarios de todos los rangos, continúan financiando estructuras políticas sobredimensionadas y gastos superfluos que se siguen sosteniendo a pesar de la situación crítica que vive el país. Es por allí donde deberían ahorrar, no por la educación«, finalizó.