Por la bajante, Shell abandona la operación fluvial desde Vilelas

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Para algunos se trata de un desenlace anunciado en razón que desde noviembre de 2019 su operatoria dejó de ser normal en coincidencia con el inicio de la bajante inédita del río Paraná que hizo prácticamente imposible la circulación de barcazas.

También tiene una lectura negativa por lo que implica la pérdida de puestos de trabajo y también un valor simbólico muy fuerte para quienes son actores del rubro por lo que representó durante muchos para expendedores de combustibles de la región.

La firma de capitales chinos que tiene a cargo la operatividad de Shell en Argentina comunicó que cerrará la planta distribuidora que tiene la petrolera en Puerto Vilelas, desde donde hace poco tiempo se abastecía no solo a Chaco sino también al resto del Nordeste.

‘Se intentó revertir esta situación y esperar momentos de mejora que no llegaron, hace casi tres años que por condiciones adversas de la navegabilidad en el riacho Barranqueras nos vemos imposibilitados de operar en el despacho de combustibles‘, señala el texto con el que la empresa justifica la decisión del cese de actividades.

En concreto son al menos 10 los trabajadores del plantel permanente de esa plataforma a los que se suma lo que se considera como empleo indirecto por los transportistas que efectuaban la distribución de los hidrocarburos.

Si bien la cuestión climática es innegable y los registros quebraron todos los récores negativos en cuanto al caudal del curso del agua en Barranqueras, no es menos cierto que desde entonces a esta parte la falta de continuidad en las tareas de dragado influyó para que la terrestre sea la única vía de traslado por las complicaciones para hacerlo de manera fluvial.

GRAN TRISTEZA

Oscar Gaona, presidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles y Afines de Chaco (Cecach), señaló que se trata de un hecho que genera una ‘profunda tristeza‘ para el sector producto del vínculo que existía entre estacioneros con la empresa por los años de relación comercial.

En cuanto a lo que representa en términos operativos, señaló que hace tiempo la realidad obligó a reordenar la logística de estacioneros y comenzar a abastecerse tanto de puertos de Buenos Aires como de Arroyo Seco de Rosario pero que este cierre representa perder un cupo que tenían estaciones chaqueñas, claro está siempre en un escenario de ‘condiciones normales‘ de operaciones.

Por su parte, Miguel de Paoli, también referente del sector de los expendedores, expresó que se trata de una ‘mala señal‘ en virtud de que representará en el corto plazo rediseñar e invertir en infraestructura para poder tener mayor capacidad de almacenamiento que la que se precisaba cuando los camiones que salían de Vilelas descargaban con periodicidad.

‘No solo se trata de una cuestión de mayores costos sino también de seguridad porque ahora tendrás continuamente 300 camiones en las rutas‘, cerró e invitó a repensar alternativas de reubicación de las plataformas como podría ser el puerto Las Palmas.