La dolorosa historia de una odontóloga que atendió a un joven por una caries que «era mucho más que eso»

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Ayer, una usuaria de Twitter, llamada Ailín Báez (@BaezAilin), que es odontóloga especialista en cirugía y traumatología bucomaxilofacial, hizo un hilo relatando como un paciente de 25 años de la etnia toba, proveniente de Pampa del Indio, fue ingresado al Hospital Perrando por un «absceso odontógeno submandibular» que se complicó y derivó en una «mediastinitis con falla hepática y renal».

La profesional de la salud bucal comenzó contando: «Ayer volví a mi casa triste y con un sabor re amargo. Así que voy a contar, y va a ser largo. Atendimos a una paciente de etnia toba, de 25 años, que nos derivaron de Pampa del Indio por un ‘absceso odontógeno submandibular’. Ingresó por guardia a las 12 del mediodía. Apenas vimos su mal estado general, ya nos dimos cuenta que eso no era solo un absceso, era mucho más que eso. Solamente refería haber comenzado hace 6 días con el dolor dentario e inflamación, la medicaron en centro de salud y la mandaron a la casa, hasta ayer que no daba más del dolor«.

«Apenas llegó al hospital le hicimos laboratorios, tomografías con contraste, solicité interconsulta con clínica médica y cirugía general. En 2 horas tuvimos el diagnóstico, una mediastinitis, con falla hepática y renal. Para los que no entienden mucho, el pus no estaba solamente abajo de la mandíbula, sino que había descendido infectando cuello, tórax y parte de abdomen. El corazón estaba literalmente nadando en pus. Se la ingresó en Shock Room de Guardia y Emergencia, mientras esperábamos más laboratorios para entrarla a quirófano urgente«, continuó describiendo la facultativa.

Otros de los problemas que tuvo que enfrentar la odontóloga para tratar el grave estado de su paciente era la dificultad a la hora de comunicarse con los padres. «Tema aparte haber tenido que llamar a los traductores de pueblos originarios porque ni la paciente ni su familiar entendían la gravedad del cuadro, que era básicamente que ella podía morirse en cualquier momento«, remarcó Báez. Además, surgió la negativa a la internación por parte del padre, que dijo «literalmente que, si la dejábamos internada y la llevábamos a cirugía, la íbamos a matar nosotros porque su hija entró caminando, y se la íbamos a devolver muerta«.

Asimismo, la dentista explicó que «se retrasó su ingreso a cirugía porque hubo que transfundirle plaquetas. El terapista quería intubarla, se le pidió que por favor intente estabilizarla, que ya la íbamos a ingresar. Entramos a quirófano a las 19 horas, en conjunto con cirugía general, para sacar los dientes en mal estado, y drenar el absceso por vía intraoral, cervicotomía y toracotomía. Terminamos a las 2 am, y la paciente quedó en terapia intensiva«.

«¿Va a vivir? No sé, nadie sabe. Pero el universo quiera que sí, se lo ruego. 25 años, 2 hijos chiquitos. ¿Los cirujanos nos decían: ‘¿Cómo puede ser que un diente con caries haga terminar a un paciente con el cuello y el pecho abierto de par en par, y con 4 tubos de drenaje?’. Y eso es lo que les hablaba del sabor amargo, amarguísimo«, puntualizó la usuaria de Twitter.

En igual sentido, sostuvo: «Atendemos abscesos complicados por esa problemática de ‘lo medico y lo mando a la casa’ todos los días, todas las semanas. Siempre la misma bronca, pero la de ayer no fue solo bronca, fue tristeza. Y les explico por qué. Yo sé, y de verdad que lo sé que, en salud pública, en el interior, sobre todo, los centros y las salitas no tienen nada para hacer o para darles a los pacientes. Ahora, no podemos siempre excusarnos en ese motivo, o en decir que los pacientes no hacen caso al tratamiento o indicaciones, para hacer una mea culpa de nuestra negligencia como odontólogos. ¿Por qué si estudiamos tanto por nuestro título, hacemos lo que sabemos que no tenemos que hacer? ¿Por qué no drenamos un absceso o hacemos una extracción?«.

«Si nos enseñan toda la carrera que primero es tratamiento etiológico y después es microbiano de soporte, y que los abscesos no drenan solos, ni con atb. Y puede que no te guste realizar extracciones, lo entiendo. Pero ¿por qué poner en peligro de esa manera la vida de una persona porque «no nos gusta» hacer una extracción? Derivémoslo automáticamente. Pidamos a un colega haga el tratamiento. Está bien, lo derivamos, y el paciente no fue a atenderse. Pero ¿le explicamos en su momento la gravedad de que no vaya a atenderse, y de lo grave que puede volverse la situación? Porque esa también es nuestra responsabilidad«, prosiguió con su critica la experta en cirugía y traumatología bucomaxilofacial.

La odontóloga amplió sus comentarios brindando alternativas para tratar a los pacientes que llegan con estas dolencias: «No hicimos una extracción porque no tenemos instrumental limpio o estéril. Ok, ¿es esa realmente una indicación para no hacerla? Es preferible hacer una extracción con instrumental desinfectado con alcohol que no hacer nada. Y un absceso se puede drenar con cualquier cosa, hasta sin anestesia. Deberíamos preferir escuchar los gritos de dolor por unos minutos, que complicar casi hasta la muerte a un paciente. Teniendo tantas opciones, ¿por qué los medicamos y los mandamos a la casa, si sabemos que eso es exactamente lo que no tenemos que hacer? Porque somos unos irresponsables, por eso. Unos hijos de puta básicamente. Si no queremos ayudar a las personas con sus dolencias, ¿para qué trabajamos como odontólogos? Si no tenemos ganas de ejercer la profesión, y de hacer lo que tenemos indicado hacer, busquemos otro trabajo o quedémonos en la casa a tomar mates con bizcochos. Esa paciente arriba de la camilla que podría haber sido yo, es lo que pienso todo el tiempo«.

Por último, Báez cerró su hilo saludando a sus colegas, y manifestando: «Realmente espero que algún día todos ejerzamos la profesión como tenemos que hacerlo realmente«.