Cabrera explicó que “la Subsecretaría de Transporte se dispone a librar las intimidaciones correspondientes bajo apercibimiento de dictar caducidad de los contratos vigentes a las empresas con irregularidades” y afirmó que el monitoreo del transporte es una herramienta de control y diagnóstico “permanente” para la determinación de medidas a corto y mediano plazo en el marco de la planificación municipal.
Sostuvo que las esperas excesivas en la frecuencia son multicausales y que se han sacado ocho unidades de circulación por el estado de los vehículos. También se constató que “algunas empresas no están cumpliendo con los ramales” y mencionó a las líneas 2,4, 5, 8 y 12.
Por otro lado, invitó a la reflexión y solidaridad de algunos movimientos sociales que se trasladan por el corredor del transporte público produciendo demoras en el contexto de su reclamo: “El objetivo de algunos sectores es molestar a la ciudadania generando demoras en la espera del colectivo de una hora”.
Finalmente, reiteró su solicitud de colaboración: “Con mucha humildad, entendemos el reclamo social, pero no puede significar que represente un reclamo al ciudadano de a pie, la queja es hacia los eslabones del Estado que correspondan y no es sano para ninguna sociedad tomar de rehén al usuario”.